Marruecos y Turquía : La batalla por dominar el mercado europeo de coches eléctricos

Sylvanus
Marruecos y Turquía : La batalla por dominar el mercado europeo de coches eléctricos

Marruecos, uno de los principales polos emergentes en la industria de los coches eléctricos y su exportación al mercado europeo, se enfrenta ahora a la competencia de Turquía.

La imposición por parte de la Unión Europea de derechos compensatorios sobre los coches fabricados en China ha empujado a grandes empresas chinas a buscar vías alternativas de entrada al continente. No han dudado en dirigirse a Marruecos. Con sus ventajas -puerta de entrada a Europa, acuerdos comerciales-, el reino ha logrado atraer inversiones cercanas a los 10.000 millones de dólares, incluyendo la fabricación y explotación de minerales esenciales para las baterías, consolidando así su posición como uno de los principales polos emergentes en la industria de los coches eléctricos y su exportación al mercado europeo.

Sin embargo, Marruecos se enfrenta ahora a la competencia de Turquía. El país de Erdogan también se ha lanzado a la carrera a través de cuantiosas inversiones de empresas chinas. Chery ha destinado 1.000 millones de dólares a la construcción de una fábrica en Samsun con una capacidad de 200.000 coches al año. BYD ha puesto sus ojos en la ciudad de Manisa para implantar una de sus mayores fábricas en Occidente, que incluye también un centro de investigación y desarrollo. SWM Motors se prepara, por su parte, para lanzar su producción en Eskişehir.

Grupos europeos se interesan en Turquía. Renault y Stellantis siguen produciendo modelos para los mercados local y europeo. La Unión Europea ha destinado cerca de 1.000 millones de euros para apoyar a la industria automovilística turca en el período 2021-2027. Estas inversiones han impulsado a Turquía. El país se ha convertido en el cuarto mercado de venta de coches eléctricos en Europa en el primer semestre de 2025, aprovechando generosos incentivos y exenciones fiscales.

La competencia se anuncia ahora dura entre Rabat y Ankara, que buscan consolidar cada una su posición como principal puente de acceso de los coches eléctricos al mercado europeo.