Marruecos intensifica su lucha contra la evasión fiscal y la economía sumergida

Sylvanus
Marruecos intensifica su lucha contra la evasión fiscal y la economía sumergida

La lucha contra la economía informal sigue siendo el caballo de batalla de la Dirección General de Impuestos (DGI). En este sentido, esta ha adoptado una nueva estrategia.

La DGI clasifica la economía informal en dos categorías distintas. Por un lado, la economía informal estructural : esta categoría agrupa a los actores que generan importantes beneficios sin contribuir a los ingresos fiscales del Estado, lo que genera pérdidas considerables para la tesorería general del reino. Por otro lado, la economía informal de subsistencia : aquí se encuentran las pequeñas actividades que no se enmarcan en un fraude fiscal organizado, actividades modestas y pequeños ahorradores con recursos limitados. La administración fiscal excluye a estos últimos de las medidas coercitivas con el argumento de que su potencial contribución fiscal es insignificante en comparación con los costes sociales de un refuerzo del control.

A diferencia de la economía informal estructural, la economía informal de subsistencia abarca a pequeños empresarios y ahorradores, y se basa más en una lógica de supervivencia económica que en un fraude fiscal organizado. El objetivo de esta nueva estrategia de lucha contra la economía informal es optimizar la eficacia del control fiscal al tiempo que se preserva el equilibrio social.

La lucha contra el fraude fiscal pasa por la explotación de las tecnologías modernas, como el análisis de datos y el cruce de información bancaria, para identificar a los actores informales con importantes flujos financieros, como señaló Younes Idrissi Kaitouni, Director General de Impuestos, en una reciente conferencia de prensa dedicada a las medidas fiscales de la Ley de Finanzas 2025, insistiendo en la necesidad de encontrar un equilibrio entre un refuerzo del control fiscal y la protección de las poblaciones vulnerables. Según sus explicaciones, una "presión fiscal excesiva y no planificada podría generar tensiones sociales". Su deseo es que la transición se produzca de forma progresiva para facilitar la integración del sector informal en la economía formal.

"Una actividad cuya facturación supere los 5, 6 o 10 millones de dirhams no puede calificarse de actividad de subsistencia", precisó Kaitouni, estimando que estos actores se benefician de la seguridad y la estabilidad que ofrece el país sin contribuir a los recursos fiscales, lo que los convierte en objetivos prioritarios del control fiscal y de las medidas correctivas.