De jugador de póquer a imperio del bienestar : La increíble historia de una familia francesa en Marruecos

"Mi marido firmó un contrato para jugar en un casino en Marrakech, en la época en que el póquer se estaba desarrollando en Marruecos con el Texas hold’em. Veníamos regularmente para los torneos. El juego nos permitía vivir de ello, así que acabamos dejándolo todo en Francia", cuenta Brigitte Loudet a Var-Matin. Esta asistente de dirección durante diecisiete años en el sector de la construcción, además de directora de una escuela de formación profesional para adultos durante diez años, y su marido, ex jugador profesional de póquer, acabaron por dejar Francia. La mujer de Tolón revela lo que realmente motivó a su pequeña familia a dejar Francia. "Creo que lo que nos empujó a dejar Francia fue la fiscalidad. Como empresarios, trabajábamos muchísimo y asumíamos muchos riesgos. Incluso perdimos dinero en algunas inversiones para, al final, no ganar gran cosa", confiesa.

El póquer permitió a su familia viajar a Asia. "Hicimos la gira de los casinos durante tres meses en Shanghái, Macao... pero le fue muy mal con pérdidas importantes todos los días. Así que Bangkok fue un refugio", cuenta la apasionada de los viajes. Durante este viaje, se le ocurrió abrir un "pequeño spa de masaje tailandés" en Marruecos. Tenía previsto formarse en masaje tailandés en la escuela budista Wat Po de Bangkok, para impartir auténticos masajes tradicionales tailandeses. "Pero era complicado llegar al nivel de esas chicas. Así fue como decidí traer a Marruecos a verdaderas terapeutas tailandesas y crear un spa con el hammam marroquí y combinarlo con los beneficios del masaje tailandés".

Abrió su primer salón Baan Thaï Institut de 100 m² en 2012 y empleaba sólo a tres masajistas y dos empleadas en el hammam. El éxito le sonrió. Catorce años después, el espacio de tratamiento se ha multiplicado por diez. "Con la televisión marroquí, fue un gran éxito. Y desde hace cinco años, hemos abierto un segundo instituto en Tánger", se enorgullece Brigitte. Paralelamente, se asoció con el chef estrellado Jean-Emmanuel Christ para abrir en enero de 2024 L’endroit, un restaurante mediterráneo situado en el barrio de l’hivernage, el centro de la vida nocturna de Marrakech.

A lo largo de los años, Brigitte -hoy de 60 años- es una empresaria de éxito. No se arrepiente de haber dejado Francia. "Desde nuestra llegada a Marruecos, nos enamoramos. La gente es acogedora, nos hicieron sentir bienvenidos. Y es fácil instalarse porque es un país francófono. Los tres no nos arrepentimos en absoluto de haber dejado Francia, ese hermoso país que es el nuestro. Dudamos mucho entre Tailandia y Marruecos, pero era más cerca y fácil hacer los viajes de ida y vuelta y también para que la familia y los amigos vinieran a vernos aquí. De hecho, hemos traído Tailandia a Marruecos. Y un poco de Tolón también".