Escándalo alimentario : Mayorista francés condenado por etiquetar frutas extranjeras como nacionales

Sylvanus
Escándalo alimentario : Mayorista francés condenado por etiquetar frutas extranjeras como nacionales

Un mayorista de Dordoña etiquetó frutas rojas de Marruecos, Países Bajos o Guatemala como francesas y fue condenado a una pena de prisión y a una multa importante.

Todo comenzó con un reportaje del programa Zone interdite, emitido en 2022 en M6. Este reveló que la empresa Fruits rouges du Périgord "francesizó" 412 toneladas de frutas extranjeras, principalmente frambuesas, arándanos, grosellas, moras, grosellas negras, castañas y kiwis importados principalmente de Marruecos, Portugal y Países Bajos, y de manera más marginal de Guatemala, entre 2020 y 2021. Luego, revendía sus productos a cadenas de gran y mediana distribución en todo el territorio nacional. Los volúmenes comercializados representan el 5% de la producción anual francesa de frutas rojas, es decir, el equivalente a más de 1,5 millones de euros de facturación, según estima el sindicato agrícola Coordination rurale.

"Esta práctica comercial engañosa consiste en presentar como franceses productos que no lo son, falsificando su etiquetado de origen", subraya la Dirección General de Competencia, Consumo y Represión del Fraude (DGCCRF) en un comunicado. Y la empresa Fruits rouges du Périgord ha pagado las consecuencias. Según la Dirección de Represión del Fraude, fue condenada el lunes a un año de prisión en suspenso y a una multa de 50.000 euros en lugar de una multa de 150.000 euros como había solicitado el ministerio público por "engaño".

Por decisión del tribunal de comercio, la sociedad Fruits rouges du Périgord fue liquidada en agosto de 2023.

El año pasado, la DGCCRF realizó cerca de 10.000 controles en todo el territorio, "revelando anomalías en aproximadamente el 30% de los casos", informa el Ministerio de Agricultura. Los servicios de represión del fraude tienen la intención de mantener "una fuerte presión de control sobre este tema este año", donde persiste el malestar persistente de los agricultores franceses frente a la competencia de ciertos productos de origen extranjero.