Airbnb en Marruecos : El dilema entre la economía colaborativa y el turismo tradicional ante el Mundial 2030

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Airbnb en Marruecos : El dilema entre la economía colaborativa y el turismo tradicional ante el Mundial 2030

Mientras los profesionales turísticos marroquíes denuncian la competencia desleal que sufren por parte de Airbnb, se alzan voces que piden al Estado que autorice el alquiler por particulares, de cara a la Copa del Mundo 2030.

Fundada en 2008 y presente en más de 220 países y más de 100.000 ciudades, Airbnb hace la competencia a los hoteleros y la alegría de los propietarios de establecimientos de alojamiento turístico. Marruecos aspira a acoger a 26 millones de turistas de aquí a 2030, año en el que organizará la Copa del Mundo 2030, conjuntamente con España y Portugal. Si no se hace nada para regular el sector, la mayor parte de los ingresos turísticos esperados serán captados por la plataforma de reservas, lo que supondría una gran pérdida para el Estado.

Según los datos de Airbnb en Marruecos, los propietarios que alquilan sus bienes a través de la plataforma ganan un promedio de 1.200 dólares al año. "Airbnb es una fórmula que beneficia a todo el mundo, cuando está regulada. No es porque los hoteleros digan que es una competencia desleal que eso sea cierto. Cada uno tiene su clientela. Lo que falta es el marco jurídico que regule la actividad", explica a Challenge Amal Karioun, presidente de la Federación Nacional de Agencias de Viajes, instando al Estado "a actuar contra las personas que no respetan la legislación", al tiempo que vela por no "favorecer el sobretourismo".

Zoubir Bouhoute, experto en política turística, considera por su parte que el alquiler alternativo no es una amenaza para los hoteleros. "En cifras, en Marruecos, aunque tenemos cerca de 4.000 hoteles frente a 13.000 viviendas particulares, la relación entre las dos ofertas está bastante alejada. La oferta hotelera acumula cerca de 150.000 habitaciones. Dicho esto, creo que Marruecos debe optar por un enfoque de apertura y control. Recuerdo que la ley sobre los alquileres alternativos está en proceso de tramitación", ha indicado.

El reino podría inspirarse en España, Inglaterra o Italia, que han limitado las reservas en Airbnb para hacer frente al sobretourismo. Barcelona, por ejemplo, ha decidido prohibir el alquiler de 10.000 viviendas en Airbnb de aquí a 2029. Londres, por su parte, ha limitado los alquileres de Airbnb a 90 noches al año para las viviendas enteras. En Italia, las metrópolis como Roma, Florencia y Milán han limitado los alquileres tipo Airbnb. El gobierno italiano, por su parte, pretende establecer un marco legal para regular los alquileres turísticos a corto plazo.