Playas secuestradas : El verano español, rehén de la ocupación ilegal y los precios abusivos

Sylvanus
Playas secuestradas : El verano español, rehén de la ocupación ilegal y los precios abusivos

El agravamiento del fenómeno de la ocupación del dominio público por parte de jóvenes, algunos de los cuales están desempleados, durante la temporada estival, arruina la experiencia de los veraneantes y turistas.

El cierre de los aparcamientos gratuitos previstos cerca de las entradas a las playas y otras zonas turísticas, la imposición de tarifas arbitrarias a cambio del estacionamiento de los coches, y la obligación de alquilar sillas y sombrillas son prácticas totalmente carentes de legitimidad legal que se observan cada año durante la temporada estival. Hasta el punto de arruinar la experiencia de los veraneantes y turistas. "Lo deplorable ya no es la recurrencia anual de este fenómeno, sino su flagrante agravamiento de año en año", indicó a Achkayen Bouazza Kharrati, presidente de la Federación Marroquí de Derechos del Consumidor.

Según él, la debilidad de los organismos encargados del control del sector, en particular el ministerio responsable del sector turístico y los consejos electos a nivel local, es la principal razón de la recurrencia de este fenómeno. "Las autoridades locales no intervienen de manera preventiva antes del comienzo del verano para proteger el dominio público contra su explotación ilegal, limitándose a intervenir durante el pico de la temporada estival, momento en el que ya es demasiado tarde, porque todo el litoral y sus alrededores ya están ocupados", subrayó, señalando que el consumidor, y más concretamente los asalariados y los funcionarios, se han convertido en una vaca lechera expuesta a la explotación, la codicia y el monopolio por parte de todos.

Kharrati lamenta : "Esta categoría, cuyos salarios mensuales son extremadamente limitados, sufre de lleno el vertiginoso aumento de los precios de los combustibles, las materias primas y los alimentos. Y cuando quiere ir a la playa, se enfrenta a una serie de prácticas depredadoras, desde el aparcamiento hasta el pago obligatorio de las sillas y las sombrillas". Para él, es necesario conferir un carácter sagrado al dominio público, imponer multas severas y procesar judicialmente a cualquier persona que se apropie de un bien público. "El problema no reside en el aspecto legislativo, que sólo sufre de lagunas formales, sino en la aplicación efectiva de las leyes vigentes, que prohíben totalmente cualquier explotación del dominio público", precisó.

Además, explica que el agravamiento del fenómeno de la ocupación del dominio público está relacionado con el aumento de la tasa de desempleo. "Por lo tanto, la erradicación de este fenómeno pasa, además del aspecto represivo, por la creación de oportunidades de vida digna para los jóvenes desempleados", dedujo, estimando que "no es admisible resolver el grave problema del desempleo a expensas de los derechos del simple consumidor, ya agobiado por los impuestos, los créditos bancarios y el catastrófico encarecimiento de la vida, pues no es su responsabilidad".