Marruecos pierde atractivo : Los precios disparan el éxodo de residentes en el extranjero este verano

El destino Marruecos no ha atraído a los marroquíes residentes en el extranjero (MRE) este verano. Entre el 13 de junio y el 15 de agosto, aproximadamente 1,33 millones de MRE y 317.000 vehículos entraron en el reino en el marco de la Operación Marhaba, según datos oficiales. Además, cerca de 570.000 MRE y 130.000 vehículos transitaron por los puertos marroquíes con destino a su país de residencia (fase de retorno), frente a dos millones de MRE durante el mismo período del año pasado.

Este escaso entusiasmo de los MRE por el destino Marruecos este año se explica por el aumento exagerado de los precios y la mala calidad de los servicios turísticos. Según un profesional del sector, la disminución del número de llegadas de MRE este verano afectará sin duda a la actividad turística del reino. En una declaración al sitio web Al3omk, recordó que las llegadas de MRE aumentaron entre 2022 y 2023, después de la reapertura de las fronteras tras la crisis sanitaria del Covid-19.

Pero el aumento injustificado de los precios ha mermado el deseo de los MRE este año. "Es necesario encontrar una solución al aumento de los precios, pero la ley sobre la libertad de precios permite a los proveedores de servicios fijar los precios que deseen, lo que deja que la ley de la oferta y la demanda rija el mercado", lamenta el ex director general de la Confederación Nacional de Turismo, quien subraya que este aumento de precios perjudica la imagen y la reputación de Marruecos como destino turístico competitivo.

"Estas prácticas afectan a una pequeña parte de los actores del sector hotelero, que aprovechan la temporada de verano para aumentar sin razón los precios de sus productos", añadió Tahiri, llamando a las autoridades competentes a reforzar los controles de precios y a tomar medidas para poner fin a su aumento. Por su parte, el economista Omar Kettani precisará que este aumento generalizado de los precios podría reducir las remesas de los MRE y anular los esfuerzos del Estado que aspira a acoger a más de 20 millones de turistas durante la Copa del Mundo 2030.