Casablanca : Migrantes subsaharianos desalojan iglesias clandestinas tras protestas vecinales

Sylvanus
Casablanca : Migrantes subsaharianos desalojan iglesias clandestinas tras protestas vecinales

Tras las quejas de los habitantes del barrio de Hay Hassani (Casablanca) denunciando la transformación por parte de migrantes originarios de países de África subsahariana de varios garajes y locales residenciales en iglesias y templos no autorizados, algunos propietarios han renunciado a alquilar sus viviendas.

La ira de los habitantes del barrio de Hay Hassani ha sido escuchada por un número de propietarios de viviendas. Recientemente, han comenzado a vaciar sus locales de los equipos e instrumentos que se utilizaban para realizar ritos religiosos dentro de iglesias no autorizadas, explotadas por migrantes originarios de países de África subsahariana. Además, han renunciado a alquilar sus locales a migrantes africanos, informa el sitio Al3omk.

Este rechazo se debe a las quejas repetidas de los habitantes del barrio de Hay Hassani que señalaban la transformación de estos locales y plantas bajas en lugares de culto ilegales, donde se practican ritos religiosos marcados por sonidos elevados y comportamientos considerados preocupantes y contrarios a la ley. Estos habitantes han presentado quejas al gobernador de la prefectura de los distritos de Hay Hassani y al fiscal del rey ante el tribunal de primera instancia correccional de Casablanca, exigiendo una intervención urgente para poner fin a las molestias causadas por estos comportamientos, debido a los atentados contra la moral pública y el ruido causado por los instrumentos musicales durante los rituales religiosos, incluso hasta altas horas de la noche.

Después de presentar quejas ante las autoridades locales sin obtener resultados, han recurrido a un alguacil judicial para constatar la transformación de varios garajes y locales residenciales en iglesias y templos no autorizados. También han presentado una denuncia ante la fiscalía. En su queja, los habitantes han especificado que más de 100 personas de nacionalidades africanas asisten a estos ritos religiosos. Además, han asegurado haber intentado dialogar con los propietarios, sin obtener respuesta alguna. Su ira ha sido escuchada.