Tensión en el Magreb : Argelia y Marruecos al borde del conflicto por el Sáhara Occidental

Said
Tensión en el Magreb : Argelia y Marruecos al borde del conflicto por el Sáhara Occidental

Desde hace varios años, las relaciones entre estos dos países del norte de África se han deteriorado considerablemente, hasta el punto de temer un conflicto armado abierto. En el centro de esta crisis diplomática se encuentra la espinosa cuestión del Sáhara Occidental, un territorio disputado donde Marruecos afirma su soberanía mientras que Argelia apoya al Frente Polisario, el movimiento independentista saharaui.

La situación se ha agravado en 2020, cuando el Frente Polisario rompió el alto el fuego vigente desde 1991, reanudando las hostilidades con Marruecos, recuerda, en un largo informe, Crisis Group. Este evento marcó un punto de inflexión en el conflicto, transformando una guerra fría en un enfrentamiento armado de baja intensidad. Argelia, acusada por Rabat de apoyar al Frente Polisario, se encuentra así en el centro de un complejo juego diplomático donde los desafíos geopolíticos van mucho más allá del marco regional.

Echando más leña al fuego, el acercamiento entre Marruecos e Israel, sellado por la normalización de sus relaciones diplomáticas en 2020, ha suscitado una fuerte reacción por parte de Argelia. Percibido como una alianza antinatural por Argel, este acuerdo ha reforzado la sensación de cerco y alimentado la desconfianza hacia las intenciones de Rabat. La creciente cooperación militar entre Marruecos e Israel, en particular con la firma de un acuerdo de defensa sin precedentes, no ha hecho más que aumentar las preocupaciones argelinas.

Ante esta situación explosiva, los dos países se han embarcado en una carrera armamentística desenfrenada. Los gastos militares se han disparado, cada bando buscando adquirir los equipos más sofisticados para disuadir al adversario y prepararse para un posible enfrentamiento. Esta escalada militar, unida a una intensa campaña de desinformación en línea, contribuye a un clima de tensión permanente donde el más mínimo incidente puede hacer estallar la pólvora.

En este contexto tenso, la comunidad internacional se esfuerza por desempeñar un papel de mediador. Estados Unidos, tradicionalmente cercano a Marruecos, intenta mantener un diálogo con ambas partes para evitar una escalada incontrolable. Europa, atrapada entre sus vínculos económicos con Marruecos y sus relaciones estratégicas con Argelia, hace un llamamiento a la moderación y a la reanudación de las negociaciones bajo los auspicios de la ONU.

El futuro de las relaciones argelino-marroquíes sigue siendo incierto, concluye el informe. La cuestión del Sáhara Occidental, un verdadero serpiente de mar diplomático, sigue envenenando las relaciones bilaterales. Mientras este conflicto no encuentre una solución aceptable para ambas partes, la amenaza de un enfrentamiento armado se cernirá sobre la región. En juego está la estabilidad del Magreb, e incluso de todo el norte de África.