La sequía amenaza el árbol de argán : Marruecos enfrenta una catástrofe ecológica y económica

"Debemos cuidar de este árbol (el argán) y protegerlo, porque si lo perdemos, perderemos todo lo que nos define y lo que tenemos ahora", declaró Hafida El Hantati, propietaria de la cooperativa de Ajddigue, con sede en Essaouira, que recolecta los frutos y los prensa para extraer el aceite de argán, un aceite con mil virtudes. El árbol de argán, que resiste a los fuertes calores y es poco exigente en agua, sufre hoy en día por la prolongada falta de agua. La causa es que Marruecos se enfrenta a una terrible sequía desde hace siete años. En consecuencia, el bosque se ha aclarado. Los árboles llevan menos fruta, sus ramas están nudosas por la sed.

En muchos lugares, los terrenos cultivados los han reemplazado. Los campos de cítricos y tomates, a menudo destinados a la exportación, se han extendido. Antes, las comunidades gestionaban los bosques colectivamente, estableciendo reglas de pastoreo y recolección. Hoy en día, este sistema se está desmoronando, ya que se informan robos con regularidad. Un bosque que cubría aproximadamente 14.000 km² a principios de siglo ha disminuido en un 40%, según informa The Star. Todo esto lleva a los científicos a advertir que los árboles de argán no son invencibles. "Debido a que los árboles de argán han actuado como una cortina verde que protege gran parte del sur de Marruecos contra el avance del Sáhara, su lenta desaparición se considera una catástrofe ecológica", declaró Zoubida Charrouf, química que estudia el árbol de argán en la Universidad Mohammed V de Rabat.

Los bosques también están amenazados por los camellos criados por los ricos de la región. Se meten el cuello en los árboles y ramonean ramas enteras, causando daños duraderos, explicó Zoubida.