Polémica en Oujda : La ciudad impone un color único para todas las fachadas

La decisión prevé que todos los edificios, ya sean residenciales, comerciales o públicos, deberán lucir un color crema o beige. Las puertas y ventanas también deberán ser pintadas en tonos impuestos, respectivamente gris y marrón.

Para hacer cumplir esta medida, el municipio prevé condicionar la entrega de los certificados de habitabilidad y conformidad al compromiso de los propietarios de someterse a la nueva reglamentación. Además, las fachadas deberán ser repintadas cada cinco años. En caso de negativa, los habitantes se exponen a sanciones financieras.

Esta decisión ha provocado una reacción airada entre los habitantes de Oujda. Muchos denuncian un atentado contra su libertad individual y se rebelan contra la carga financiera que representa esta obligación. Algunos habitantes incluso cuestionan la legalidad de esta medida y exigen que el municipio se haga cargo de los gastos de pintura. Otros amenazan con llevar el asunto ante la justicia.