Mohamed VI tiende la mano a Argelia : "Diálogo franco y fraternal" para relanzar el Magreb

Lejos de ser una simple fórmula diplomática, el llamamiento pretende ser una invitación formal a un diálogo para superar una situación que el soberano ha calificado de "lamentable".

Hablando en su calidad de jefe de Estado, el monarca ha querido subrayar el carácter "claro y constante" de su posición. Ha recordado los fundamentos de este enfoque, describiendo, en los términos de su discurso, al pueblo vecino como "un pueblo hermano al que lazos humanos e históricos seculares unen al pueblo marroquí, particularmente por el idioma, la religión, la geografía y el destino común".

El soberano ha reafirmado haber "tendido constantemente la mano hacia nuestros Hermanos en Argelia". Este enfoque va acompañado de una propuesta concreta : el establecimiento de un diálogo sin subterfugios. El discurso, en efecto, ha mencionado la "disposición de Marruecos a un diálogo franco y responsable ; un diálogo fraternal y sincero sobre las diferentes cuestiones pendientes entre los dos países".

Este "apego inquebrantable a la política de la mano tendida" no se trata de una postura coyuntural, sino que procede, insistió el rey Mohamed VI, de una "íntima convicción". La de la unidad fundamental de los dos pueblos y de su "capacidad común para superar esta situación".

Por último, el mensaje dirigido a Argel se ha enmarcado en una perspectiva regional más amplia. Para el rey Mohamed VI, la normalización de las relaciones entre los dos pesos pesados de la región es una condición sine qua non para relanzar un proyecto común. Así, ha reafirmado su compromiso con la Unión del Magreb, diciendo estar convencido de que "no podrá hacerse realidad sin la implicación conjunta de Marruecos y Argelia, junto a los demás Estados hermanos".