Misterio sin resolver : Nuevo llamamiento a testigos en el caso Hocine Batouche de Alès

¿Finalmente la justicia francesa resolverá el caso Batouche ? La fiscalía de Alès (Gard) ha lanzado un llamamiento a testigos en la investigación sobre el asesinato de Hocine Batouche, de 9 años, en 1999. "Hemos dado un nuevo impulso a este expediente con la esperanza de poder encontrar al autor de los hechos", comenta el fiscal Abdelkrim Grini a BFMTV.com.

El 10 de julio de 1999, alrededor de las 3 de la tarde, el joven salió del apartamento familiar para ir al "Super U" situado a unos 900 metros para "comprar un tarro de mermelada de albaricoque para ayudar a su madre a hacer repostería", indica el aviso de búsqueda. Salió con 15 francos en el bolsillo. Llevaba pantalones cortos, una camiseta y sandalias. Mientras su madre esperaba su regreso, el niño de 9 años, llegado de Argelia unos meses antes y que no hablaba muy bien francés, nunca volvió a casa. Lo que preocupó a su madre, que denunció su desaparición. En aquel momento, se abrió una investigación.

Después de una intensa búsqueda, el cuerpo del niño fue encontrado un mes después, el 10 de agosto de 1999, a unos cientos de metros de su casa, al pie del vertedero de Alès, un montón de residuos mineros, "en una zona de muy difícil acceso debido a la vegetación muy densa y hostil". Fue encontrado muerto, con el cráneo fracturado. Se realizó una autopsia. Según sus conclusiones, Hocine murió después de recibir varios golpes en la cabeza con un objeto contundente. No se sabe si fue abusado sexualmente. "No se ha podido identificar al o a los autores del secuestro y asesinato del joven Hocine", indica también el llamamiento a testigos.

"No digo que hayamos identificado a alguien, pero tenemos elementos que queremos poder corroborar con el llamamiento a testigos. Es lo mínimo que le debemos a la familia" del niño, explica Abdelkrim Grini. Si su padre y su madre murieron en 2001 y 2021 respectivamente, sus hermanos mayores siguen vivos y viven aún en Alès. Esperan poder conocer la verdad algún día. "La familia lleva 26 años esperando sin decir nada, tienen confianza en la justicia. Yo mismo soy padre de familia, no puedo permanecer insensible a esta historia", concluye el fiscal.