Marroquíes en el extranjero : Claves fiscales para tu vivienda en Marruecos

Said
Marroquíes en el extranjero : Claves fiscales para tu vivienda en Marruecos

La imposición de un bien inmobiliario ubicado en Marruecos depende directamente de su uso. Para un marroquí residente en el extranjero, las consecuencias fiscales varían según si el bien se ocupa como vivienda principal, se alquila, se transmite a un familiar o se cede. La Guía fiscal detalla las normas aplicables a cada situación.

Cuando se vende un bien, la administración distingue varios casos. La ganancia realizada con ocasión de la cesión de un inmueble o de una parte de inmueble ocupado como vivienda principal desde al menos cinco años en el día de la venta está exenta del impuesto sobre la renta. Esta exención también se aplica si el bien ha sido ocupado gratuitamente por el cónyuge del propietario, sus ascendientes o sus descendientes en línea directa de primer grado. La guía precisa que mientras el bien no se haya alquilado ni afectado a un uso profesional, puede considerarse como vivienda principal, incluso para un MRE.

El texto también precisa que en caso de vivienda social, se prevé una exención si el bien se ocupa como vivienda principal desde al menos cuatro años antes de la venta. Esta exención concierne únicamente a las viviendas de 50 a 80 m², cuyo precio de cesión no exceda de 250.000 dirhams, excluido el impuesto sobre el valor añadido.

Alquiler, puesta a disposición o reventa : cuidado con los efectos fiscales

Por el contrario, si el bien se alquila o se pone gratuitamente a disposición de personas distintas de sus hijos o sus padres, los ingresos percibidos entran en la categoría de los ingresos inmobiliarios. La guía precisa que los ingresos inmobiliarios anuales brutos imponibles que no excedan de 30.000 dirhams están exentos, pero esta exención no es acumulable con otras reducciones del impuesto sobre la renta. Los ingresos superiores a este umbral se gravan al 10% (hasta 120.000 dirhams) o al 15% (por encima).

El caso de la construcción de una vivienda principal también tiene un tratamiento específico. El contribuyente está exento de la contribución social de solidaridad sobre las entregas a sí mismo si la superficie construida no excede de 300 m². Por encima, la totalidad de la superficie se vuelve imponible según una escala progresiva (60, 100 o 150 dirhams por tramo). Para las viviendas construidas ocasionalmente, cuya superficie es inferior o igual a 300 m², y destinadas a la venta o al alquiler, la guía indica que no están sujetas a la contribución social de solidaridad.

Por último, cuando la cesión del bien se realiza a título gratuito, entre ascendientes y descendientes, entre cónyuges, entre hermanos y hermanas, o en el marco de la kafala, la guía fiscal precisa que la operación está exenta del impuesto sobre las plusvalías inmobiliarias. El tipo de registro aplicado a estas donaciones se reduce al 1,5%, a condición de que la declaración la realice el donatario o su representante.

Cada modalidad de uso conlleva, por lo tanto, una consecuencia fiscal directa. Lo que el contribuyente considera un simple cambio de afectación puede modificar las obligaciones declarativas, los tipos aplicados o incluso los derechos a la exención.