El hammam marroquí : Tradición milenaria renace en la modernidad

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El hammam marroquí : Tradición milenaria renace en la modernidad

Presente en cada ciudad y pueblo de Marruecos, el hammam tiene sus orígenes en las tradiciones romanas e islámicas. Durante siglos, estos baños públicos construidos cerca de las mezquitas han permitido a los fieles purificarse antes de la oración.

La arquitectura de los hammams sigue una lógica bien definida. Se trata de salas que pasan progresivamente del frío al calor, de techos abovedados que retienen el vapor, y en el centro, una sala de hornos donde la madera arde desde el amanecer. Pero en su origen, el hammam era mucho más que un simple lugar de higiene. Ritual semanal familiar accesible por apenas 2 dólares, constituía un verdadero espacio de vida comunitaria. Mohssine Benzakour, profesor de psicología en el Instituto Superior de Información y Comunicación, citado por Africanews, recuerda su importancia social : "El hammam era un espacio de interacción social e intercambio de opiniones, porque en esa época, las mujeres no estaban presentes en la vida social, política o económica. El hammam les ofrecía la posibilidad de conectarse e intercambiar información".

Hoy en día, este lugar ancestral ha experimentado transformaciones, obligado por la modernidad. En las grandes ciudades como Rabat o Casablanca, nuevos hammams ofrecen una experiencia diferente, conservando la tradición marroquí. "Mi hammam es tradicional, pero con un toque de modernidad, especialmente gracias al uso de diferentes hierbas aromáticas", explica Hanane Boulharjane, empleada en un hammam moderno. Las losas de mármol reemplazan a los suelos tradicionales, el vapor está perfumado, y las paredes se adornan con zellige, esa cerámica artesanal que enorgullece a Marruecos desde hace siglos. "Quise crear un hammam moderno, pero me aseguré de conservar el aspecto tradicional utilizando azulejos de zellige e hierbas aromáticas, al tiempo que agregaba mejoras como música suave, masajes y la posibilidad de obtener un hammam individual", detalla por su parte Mariam Alaoui, propietaria de un hammam moderno.

El hammam sigue estando íntimamente ligado a los grandes momentos de la vida de los marroquíes. Ya sea circuncisiones, partos o bodas. Para las novias, por ejemplo, se acondiciona espacios especiales, decorados con velas y perfumados con bukhur, un incienso tradicional del norte de África. Después de la sesión, se reúnen para beber té, descansar e intercambiar. Pero hoy en día, los hábitos han cambiado. "Los jóvenes viven su vida cotidiana a un ritmo frenético, debido a su trabajo, y ya no tienen mucho tiempo. Los tiempos han cambiado, ya no es como antes. Por ejemplo, para el hammam, a menudo quieren hacerlo en solo una hora. Por eso estamos tratando de restablecer algunas tradiciones, al tiempo que innovamos", subraya Mariam Alaoui.

En cualquier caso, el futuro sigue siendo incierto. El costo de la madera, el agua y la mano de obra aumenta, lo que hace difícil la explotación de los hammams. Muchos establecimientos tradicionales cerraron durante la pandemia de Covid-19, y las escaseces de agua complican la situación. "Los hammams populares están en declive", confirma Mohssine Benzakour, evocando la evolución de los estilos de vida y el fácil acceso a las duchas calientes en el hogar. Frente a la competencia de los spas de lujo y a las exigencias de una sociedad en constante cambio, los hammams se encuentran en una encrucijada. Para algunos marroquíes, siguen siendo un ritual sagrado, un vínculo vivo con sus raíces. Para otros, representan un pasado que se resiste a encontrar su lugar. La verdadera pregunta es si estos baños, ya sean antiguos o modernos, sabrán evolucionar para sobrevivir en un mundo que cambia cada vez más rápido.