El dilema del carnicero musulmán : Rachid vende cerdo en Bilbao y desafía tradiciones

Residente en Bilbao, Rachid no se arrepiente de haber tomado esta decisión. "Vivo aquí, he sido adoptado por la gente de aquí, he aprendido aquí y quiero ganarme la vida de esta manera", declara a Radio Nervión. Según él, la religión no prohíbe vender cerdo. "No hay ninguna aya o sura que prohíba vender cerdo a los países que lo consumen. Cada uno tiene su libro y cada uno sabe lo que hace", explica el carnicero.

Después de varias experiencias infructuosas con carnicerías halal, el padre de familia decidió inspirarse en la Carnicería Simón donde trabaja : "Voy a seguir la forma en que esta carnicería se ha gestionado durante más de 60 años. Quiero dar el mismo trato, el mismo sabor, el mismo producto". Así, Rachid ofrece jamón, chorizo en lonchas, costillas marinadas y otras especialidades de Bilbao. "Me considero un muy buen cortador de cerdo, aunque no soy cristiano", ironiza.

El carnicero de origen marroquí es objeto de duras críticas después de su decisión de vender cerdo. "Siempre me critican, pero no les hago caso. Tengo hijos y debo trabajar. Tal vez me critiquen porque me va bien", ha declarado. Para Rachid, lo más importante es adaptarse a su entorno : "Si quiero buscar clientes halal, debo ir a mi país".

Y agrega : "Por supuesto, hay gente que, por respeto, abandonará el negocio si ven que es para musulmanes. No nos preocuparemos por eso. Es como si yo fuera a Marruecos y les pusiera una insignia española... la gente no vendrá". Rachid no se queja de esta nueva actividad. Acumula reseñas positivas en Google. "El primero en estar feliz soy yo. Estoy feliz", se alegra.