Crisis laboral en Lozère : Hoteles y restaurantes buscan desesperadamente trabajadores marroquíes

Sylvanus
Crisis laboral en Lozère : Hoteles y restaurantes buscan desesperadamente trabajadores marroquíes

Al igual que en los años anteriores, los hoteles, restaurantes, cafés, discotecas o catering de Lozère (sur de Francia) donde la mitad trabaja de forma estacional, siguen teniendo dificultades para contratar trabajadores extranjeros, especialmente provenientes de Marruecos.

"Siempre faltan entre 120 y 150 trabajadores temporales en el departamento...", precisó a La Dépêche Denis Carminati, antiguo gerente de la posada del Moulin en Sainte-Énimie, y presidente lozereño del Sindicato de Oficios y Industrias Hoteleras (UMIH). Esta escasez de mano de obra se intensificó durante la pandemia de Covid-19. Desde la crisis del Covid, se ha convertido en "un verdadero calvario. A nivel nacional, en nuestro sector, hay 200.000 empleos que no se cubren. Los franceses quieren ser funcionarios o primer ministro, o seguir en el paro. Pero ya no quieren hacer este trabajo", añadió Carminati.

El problema es muy real. "Necesito un chef fijo y un ayudante, pero no los encuentro", lamenta Amine Nfinif, del restaurante mendois Taj Mahal. France Travail le envía gente sin experiencia o sin motivación. Acto seguido, recibe un perfil que le interesa, pero le resulta difícil contratarlo. "He recibido en mi perfil de empleador el CV de un chef que vive en Marruecos. Está motivado, conoce bien la cocina que hago, pero la Oficina Francesa de Inmigración en Casablanca no le da cita para el reconocimiento médico", cuenta este inmigrante instalado desde hace quince años en Lozère. "Lleva cuatro meses y medio así. No puede solicitar un visado de trabajo..."

Con el teléfono en la mano, Amine muestra las notificaciones que recibe : "Son respuestas automáticas a mis correos electrónicos, donde me dan un número a llamar que nunca responde. La prefectura, en Mende, me dice que no pueden hacer nada". Quien retomó el Taj Mahal en 2022 y también trabaja en la lechería de Massegros, se ha visto obligado a coger una excedencia sin sueldo hasta agosto debido a la escasez de mano de obra : "Por ahora estoy en el restaurante con un solo empleado... Ocupo dos trabajos a la vez para sacar adelante mi negocio, es un infierno".

Según Carminati, esta situación no es aislada. Explica que obliga a algunos profesionales a limitar su actividad por falta de trabajadores temporales. "Las asociaciones de migrantes nos ayudan, pero siempre hay bloqueos. Pedir una regularización también es complicado. Es una pena, porque son personas que quieren trabajar. Muchos empleadores también ofrecen alojamiento gratuito. Y quiero recalcar : se les paga como a los franceses", añadió.