"Aventureros franceses reinventan sus vidas en Marruecos : del parapente a la gastronomía"

Sophie, Guillaume, Jilali y Afsa han encontrado una nueva vida en Marruecos. La primera ha abierto un rancho y ahora recorre el reino a caballo. El segundo dirige cuatro restaurantes en Marrakech. El tercero es un aventurero del cielo. Sobrevuela el norte del reino en parapente. Por último, la cuarta cultiva rosas y extrae su esencia.

En 2017, Jilali El Agri, de 57 años, dejó Francia para ir a Marruecos, donde expresa su pasión : el parapente. Lleva a cabo su actividad en Meknes, en el norte del reino. "Cuando llegué allí, tuve muchas solicitudes de personas que querían volar. El 80% de mis alumnos son marroquíes", cuenta el instructor de parapente en un reportaje realizado por France 2. El franco-marroquí ya practicaba este deporte de ocio en Aveyron, donde vivía. Ahora tiene la intención de desarrollar esta disciplina en Marruecos. "Es pura felicidad. Confieso que no sé si algún día me cansaré. Vivir mi pasión en Marruecos es algo que me importaba mucho. Y es una tierra acogedora para todos los deportistas. Y estos paisajes, las montañas... Bueno, es cierto que falta un poco de agua en comparación con Aveyron", reconoce.

Su actividad atrae tanto a los residentes como a los turistas de paso. Tres francesas han venido a descubrir la región. Una de ellas, Selma, recibe su bautismo de fuego. "No pensaba que la primera vez sería en Marruecos. Es una sorpresa", confiesa la joven. El franco-marroquí se ha asignado la misión de formar a una nueva generación de instructores de parapente en el reino.