Villamalea : El pueblo que desafía la política migratoria nacional

El tema ha generado reacciones en la prensa española. "Nunca en mi vida me habían contactado tantos medios", declaró José Núñez Pérez, el alcalde conservador de Villamalea, una ciudad de 4.200 habitantes, rodeada de tierras agrícolas y enclavada en los profundos valles del centro de España. "Eso me hizo preguntarme : ¿qué hemos hecho aquí ?", se cuestiona, sonriendo. Hace casi dos años, se presentó en el Congreso español una propuesta de ley sobre la regularización de la situación de los indocumentados. Pero el texto está bloqueado debido a modificaciones introducidas en la normativa que rige la ley de extranjería española. En abril pasado, los obispos españoles renovaron su llamado a los principales partidos políticos del país -el PSOE (socialista) y el Partido Popular (conservador)- para que aborden la situación de más de medio millón de migrantes en situación irregular, muchos de ellos marroquíes.

11 concejales municipales -desde el Partido Popular de Núñez Pérez hasta los socialistas y la Izquierda Unida- apoyaron la moción. "Para nosotros, era lo más natural del mundo", explica Núñez Pérez. "Ni siquiera lo discutimos, todos nos adherimos de inmediato. [...] Hay mucho trabajo por hacer. Y podría haber aún más : el problema para estas empresas es que no encuentran suficiente personal". En las últimas décadas, migrantes de todo el mundo se han apresurado a llegar a Villamalea, porque la ciudad tiene muchos empleos que ofrecer. De hecho, el aporte constante de mano de obra ha contribuido a convertir a la ciudad en un peso pesado de la agricultura -alrededor del 70% de los champiñones vendidos en España provienen de aquí-, transformando a Villamalea en una rica tapicería de residentes con raíces en 32 países.

Mientras las empresas de la ciudad consideran recurrir a trabajadores extranjeros temporales, tenía sentido dar a los ya presentes una oportunidad justa de establecerse. "No es solo una cuestión económica, es una cuestión de humanidad", continuó el alcalde. Además de los actores políticos, los habitantes también han expresado su apoyo a la moción. "Desde los jubilados, que representan aproximadamente una cuarta parte de la población de la ciudad, hasta el 20% nacidos en el extranjero -la mayoría de Marruecos o Rumanía-, los habitantes han hecho caso omiso de los esfuerzos de la extrema derecha por desacreditar la diversidad", pudo observar The Guardian, que entrevistó a una decena de habitantes, todos los cuales expresaron su apoyo a la moción.

"Aquí, cada uno tiene su vida y su mundo, pero cuando nos reunimos, nos llevamos bien", aseguró María Anguix García.