El vacío legal en Marruecos que deja a las mujeres sin patrimonio tras el divorcio

Said
El vacío legal en Marruecos que deja a las mujeres sin patrimonio tras el divorcio

El artículo 49 del Código de Familia marroquí, adoptado en 2004, regula la gestión de los bienes adquiridos por los cónyuges durante el matrimonio. Sin embargo, en caso de divorcio, la aplicación de este texto revela un vacío legal que genera dificultades en la distribución del patrimonio, una situación que penaliza de manera desproporcionada a las mujeres.

El régimen legal por defecto, en ausencia de un contrato de matrimonio específico, es el de la separación de bienes. En virtud de este principio, cada cónyuge conserva la propiedad de los bienes registrados a su nombre. La principal dificultad surge de la falta de precisión de la ley sobre la definición y el método de evaluación de la "contribución" de cada cónyuge al aumento del patrimonio familiar, especialmente cuando esta es no monetaria, como el trabajo en el hogar.

En la práctica, esta laguna tiene consecuencias directas y documentadas. Dado que el patrimonio suele estar registrado a nombre del marido, la justicia tiene dificultades para reconocer los aportes no formalmente probados. Un estudio citado en un informe del Policy Center for the New South indica que, ante procedimientos largos y obstáculos probatorios, algunas mujeres llegan a renunciar a sus derechos para acelerar el proceso de divorcio. El fenómeno es aún más significativo, ya que se registraron 24.000 casos de divorcio en 2024, de los cuales la mayoría fueron por mutuo acuerdo, contexto en el que estos litigios son frecuentes.

Ante esta constatación, los autores del informe recomiendan una reforma legislativa para establecer el régimen de gananciales como régimen legal por defecto. Este sistema híbrido, ya funcional en varios otros países, se basa en tres principios claros :

• Cada cónyuge conserva la propiedad exclusiva de los bienes que poseía antes del matrimonio.
• Los bienes adquiridos conjunta o separadamente durante el matrimonio se consideran comunes.
• En caso de divorcio, se realiza una evaluación objetiva de este patrimonio común con miras a su reparto.

Sin embargo, el establecimiento de tal régimen no podría ser plenamente eficaz sin medidas estructurales de acompañamiento. El éxito de esta reforma está condicionado a la formación de los jueces en estas nuevas disposiciones, al establecimiento de reglas claras para la evaluación del patrimonio y a una campaña de sensibilización para informar a los futuros cónyuges sobre sus derechos y opciones contractuales. Sin estos requisitos previos, las desigualdades actuales corren el riesgo de persistir, en detrimento de los cónyuges económicamente más vulnerables.