Tragedia en Saint-Gilles : 15 años de lucha tras una bala perdida que cambió una vida para siempre

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Tragedia en Saint-Gilles : 15 años de lucha tras una bala perdida que cambió una vida para siempre

Víctima de una bala perdida el 7 de septiembre de 2010 en la Plaza Belén en Saint-Gilles, cerca de su domicilio, Adán (nombre ficticio) ha quedado confinado a una silla de ruedas desde hace quince años. El joven se siente "abandonado".

Mientras se preparaba para regresar a casa después de un pequeño paseo con un amigo en la Plaza Belén en Saint-Gilles, Adán recibió una bala perdida. Unos hombres originarios de Tbilisi, Georgia, habían venido a ajustar cuentas con un primo involucrado en un pequeño tráfico de marihuana a diez euros. Uno de ellos "disparó al grupo" e hirió a Adán, que estaba en el lugar y momento equivocados. "Recuerdo el suelo. La sangre que escupía. Quería dormir. Algo me repitió : ’mantente despierto, mantente despierto’. Sólo cuando llegué al hospital me durmieron", relata a La Libre.

El joven recibió un balazo de nueve milímetros en la nuca, que alcanzó su médula espinal cervical. Como consecuencia, Adán es tetrapléjico de por vida, a sólo 20 años. Se sometió a una primera operación, permaneció en coma durante varias semanas. En total, pasó dos años en el hospital, sin poder ni siquiera hablar. Un período oscuro que recuerda con mucho dolor. "Cada vez pensaba que iba a morir, porque la mucosidad bloqueaba regularmente la traqueotomía. Me ahogaba. Tenía que llamar a las enfermeras para que vinieran con una especie de tubo para permitirme respirar de nuevo. Es psicológicamente traumático. No poder hablar, no hacerse entender, no dormir".

De vuelta a casa en silla de ruedas en abril de 2012, Adán no acepta su nueva situación. Se encierra en su habitación y se refugia en las pantallas. "No quería que los demás me vieran. La gente normal pasa por la calle y nadie los mira. Alguien como yo, se le observa de arriba abajo o con lástima. Y esa mirada, mata. Prefiero la indiferencia", suelta. El bruselense tiene el apoyo de su familia, pero no aprecia este cuidado integral : "Han destrozado mi vida y bloqueado la de mi madre. Tiene que cuidarme permanentemente. No puede salir cuando quiere, ir de vacaciones o simplemente respirar un poco", se queja el joven.

Cinco sospechosos fueron identificados y detenidos. Pero por falta de pruebas, cuatro de ellos fueron absueltos en 2015 por el tribunal correccional de Bruselas. El último fue condenado a seis meses de prisión por porte de armas. La familia de Adán apeló. Después de varios aplazamientos, la corte de apelación finalmente condenó en enero de 2018, casi ocho años después de los hechos, a los acusados a cuatro años de prisión. La familia se alegra de que se haya hecho justicia. "Es la prueba de que hay justicia, aunque las penas de prisión que se han impuesto nunca estarán a la altura del mal que estas personas han hecho : han destruido la vida de mi hermano", declaró una de las hermanas de Adán después del veredicto.

El abogado de Adán, Me Pierre Chomé, reclama 7,2 millones de euros en concepto de daños y perjuicios a los condenados. Pero al final, la víctima sólo recibirá aproximadamente 20.000 euros de la venta de un apartamento. "Se le impone una doble condena. El Estado sabe que estas indemnizaciones nunca serán pagadas por nadie... Estoy escandalizado". "Sé que nunca los tendré. Sin embargo, no voy a irme a Ibiza con ese dinero. Sólo me servirá para mejorar mi comodidad de vida y aliviar a mis padres, que se están haciendo mayores. Nada más", se exaspera Adán. "El hecho generador del impuesto es el hecho de ser condenado a pagar una suma a partir del momento en que supera los 12.500 €. Este tipo es del 3%. Para recuperar este impuesto, todas las sumas que se atribuyan a la parte civil como procedentes del patrimonio del condenado a pagar, se verán gravadas con un privilegio a favor del Estado", explica Florence Angelici, portavoz del SPF Finanzas.