Tensión diplomática : España reafirma apoyo a Marruecos y enfurece a Argelia

Mientras Argelia volvía a mejores sentimientos después de dos años de crisis provocada por el cambio de posición de España sobre el Sáhara, Pedro Sánchez, con esta visita a Rabat el 21 de febrero, anuló los esfuerzos realizados en los últimos meses para reanudar las relaciones entre los dos países. Argelia recientemente nombró a un nuevo embajador en Madrid y autorizó la reanudación de los intercambios comerciales con respecto a ciertos productos, así como vuelos, mostrando su voluntad de calmar las tensiones con España, observa El Independiente.

"No habrá más concesiones ni favores", advierten fuentes argelinas, que creen que Pedro Sánchez ha traicionado la confianza de las autoridades argelinas. En la conferencia de prensa celebrada después de la reunión con Mohamed VI, el primer ministro español reiteró su apoyo al plan de autonomía del Sáhara de Marruecos, lo que no dejó de irritar a Argelia. Pero lo que más molestó a las autoridades argelinas fue el apoyo de Sánchez a la iniciativa real para facilitar el acceso de los países del Sahel al océano Atlántico, así como al proyecto del gasoducto transatlántico Nigeria-Marruecos.

En su intervención sobre la cuestión del Sáhara en la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York en septiembre, Pedro Sánchez afirmó que España es "favorable a una solución mutuamente aceptable por las partes, sobre la base de la Carta de las Naciones Unidas y las resoluciones del Consejo de Seguridad". Una declaración apreciada en su justa medida por el presidente Abdelmadjid Tebboune, quien veía en ella un comienzo de cambio de posición de España.

Ahora, "las relaciones argelino-españolas han entrado en una fase de guerra fría", confió a los medios españoles una fuente cercana a las autoridades argelinas. Además, la cancelación a última hora de la visita a Argel del ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, contribuyó significativamente a la pérdida de confianza de Argelia. "Mientras el gobierno de Sánchez permanezca en el poder, las relaciones no mejorarán", habían sostenido las autoridades argelinas. Según ellas, la reciente visita de Sánchez a Rabat "solo ha echado más leña al fuego".