Reconstrucción en Marruecos : El desafío de preservar la arquitectura tradicional tras el devastador terremoto

Sylvanus
Reconstrucción en Marruecos : El desafío de preservar la arquitectura tradicional tras el devastador terremoto

El terremoto del 8 de septiembre que enlutó a Marruecos dejó aproximadamente 3.000 muertos y 5.600 heridos, y dañó unas 60.000 viviendas en cerca de 3.000 aldeas en el Alto Atlas y sus alrededores. Un mes después, cómo reconstruir las aldeas para evitar otra catástrofe.

Uno de los desafíos de la rehabilitación de las "douars" montañosas diezmadas por el poderoso terremoto que sacudió Marruecos hace un mes es la reconstrucción sin hormigonar las aldeas. Una reconstrucción que pueda combinar sostenibilidad y respeto por la arquitectura tradicional. Sobre el terreno, los arquitectos se movilizan y esbozan ideas para una reconstrucción que respete los hábitats tradicionales de estas regiones aisladas y ampliamente desfavorecidas, informa The National News. Un rayo de esperanza para los sobrevivientes que viven bajo tiendas de campaña, reciben atención en los hospitales de campaña y asisten a escuelas temporales. "Hay que fomentar la autoconstrucción supervisada, con materiales locales", estima el arquitecto marroquí Karim Rouissi después de haber visitado una treintena de aldeas, especialmente en Al-Haouz, la provincia más afectada por el terremoto.

"Es importante que la respuesta urbana no sea la misma para las douars (aldeas) y los centros rurales", añadió quien recientemente participó en misiones de diagnóstico en las zonas afectadas junto a otros voluntarios, arquitectos, ingenieros y representantes del Ministerio de Vivienda. Elie Mouyal, otro arquitecto marroquí, lamenta que los edificios tradicionales de tierra o piedra en las zonas afectadas por el terremoto hayan dejado paso en los últimos años a construcciones de hormigón más baratas, pero "a menudo mal hechas". "La confianza exagerada en el hormigón ha sido una trampa", afirma este especialista en hábitat tradicional y construcción en tierra en Marruecos, añadiendo que ha visto muchas más casas de hormigón en el suelo después del terremoto.

Según él, los edificios de tierra que se derrumbaron ya estaban en mal estado antes del terremoto. Hoy en día, se trata de evitar "copiar experiencias externas u optar por un hábitat uniformizado", dirá Philippe Garnier, arquitecto francés que ha estudiado los terremotos de Bam en Irán (2003) o Haití (2010). Según sus explicaciones, la idea es partir de las experiencias de construcción tradicional de las poblaciones locales, mejorándolas y así revalorizar sus conocimientos.

Marruecos ha asignado un presupuesto de 120.000 millones de dírhams durante cinco años para la reconstrucción, el realojamiento y la valorización socioeconómica de las zonas afectadas por el terremoto. Para el rey Mohamed VI, es de suma importancia "estar en escucha permanente de la población local" y asegurarse del respeto del "patrimonio único" y de las "tradiciones" de cada región, durante la reconstrucción.