Racismo en las telecomunicaciones : La cruda realidad de los técnicos en Francia

"El cliente no quiere recibir a un técnico árabe", "Sucio blédard", "a mi perro no le gustan los árabes", "ustedes se roban el pan de los franceses", Son algunas de las expresiones racistas lanzadas a los técnicos de instalación y mantenimiento de las redes de telecomunicaciones de SFR, Orange, Bouygues y Free durante sus intervenciones. Agresiones racistas que se vuelven recurrentes, informa Street Press. En junio de 2022, un técnico de Bouygues publicó en su grupo de WhatsApp profesional estos comentarios : "El cliente no quiere recibir a un técnico árabe". Lo que suscitó comentarios de sus colegas. "Cada vez peor", se indignó uno de ellos. "Este cliente es racista e insultante, tengan cuidado", reaccionó otro.

Originarios en su mayoría de Marruecos, Argelia, Senegal o Malí, estos técnicos de telecomunicaciones, víctimas habituales de racismo, han terminado por desarrollar una fuerte solidaridad entre ellos. "Todos somos extranjeros, con los mismos problemas debido al mismo trabajo. Nos apoyamos, nos aconsejamos, nos advertimos, porque todos hemos vivido este racismo al menos una vez", cuenta Jelani (nombre ficticio), técnico subcontratado de Free. Cuenta que su último incidente racista se remonta a finales de 2023, en un edificio ubicado en el centro de París. El cliente le habría dicho : "Ustedes, los técnicos extranjeros, son unos vagos, estoy harto de ustedes, ¡váyanse a la mierda ! Ya me han enviado a alguien como tú. Deja de hablar, la puerta está por allá. Lárgate".

Los técnicos también pueden sufrir agresiones en línea. Este es el caso de Marzouk (nombre ficticio), jefe de equipo subcontratado por Orange en París, quien afirma haber sido tratado de "sucio blédard" por una cliente por teléfono, después de hacerle comentarios sobre su acento. "Ni siquiera hablas francés correctamente". Otro cliente no dudó en darle un 0 sobre 10 en la ficha de satisfacción por su acento, pidiendo que en el futuro "envíen técnicos que hablen bien francés". Si algunos logran soportar estos insultos racistas, otros, en cambio, no los digieren y prefieren abandonar la intervención, como hizo Farid, técnico de Free en Marsella, después de escuchar a una cliente decir a su marido : "Y aquí está, otro árabe".

Asimismo, Sofiane, técnico de SFR en Île-de-France, simplemente interrumpió su intervención porque una cliente se habría negado a estrecharle la mano y luego declarado : "No le estrecho la mano. Ustedes se roban el pan de los franceses". "Avisé a SFR pensando que la iban a poner en la lista negra. Unos días después, la intervención recayó en mi colega malgache", detalla el técnico. La cliente habría reincidido en estos términos : "Váyanse, quiero que venga un francés a restablecer mi línea". Sofiane guarda un amargo recuerdo de sus inicios en Yvelines en 2013. "Lo siento, pero a mi perro no le gustan los árabes. No lo tomes a mal, me encanta el cuscús y tengo amigos árabes. Pero cada vez que hay un árabe, mi perro reacciona así", le había dicho una cliente.

Varios técnicos confiesan haber sido víctimas de tratos degradantes, como el hecho de ser encerrados por el cliente hasta el final de la intervención, o tener que quitarse los zapatos de seguridad antes de acceder al domicilio de los clientes. Denuncian un racismo silencioso. La mayoría de ellos admiten haber sido sospechosos de robo al menos una vez. Humillaciones constantes que afectan su salud mental y laboral. "Es una carga mental constante. No es un trabajo que estaría dispuesto a soportar toda mi vida", asegura uno de ellos. Ante la angustia de perder su trabajo después de una queja de un cliente y la dificultad de denunciar el racismo que sufren, muchos técnicos terminan reorientándose. Otros consideran que no tienen otra opción que continuar, porque necesitan este trabajo para renovar su permiso de residencia.