Polémica en Bélgica : Ministra acusada de estigmatizar a funcionarias con velo

Sylvanus
Polémica en Bélgica : Ministra acusada de estigmatizar a funcionarias con velo

El colectivo Les 100 diplômées denuncia un comunicado del 24 de abril, dirigido por la ministra de la Función Pública, Vanessa Matz, a los altos funcionarios federales, que perciben como una solicitud de "cartografiar a las mujeres musulmanas que llevan un pañuelo".

"Me caigo de la silla cuando leo eso", reacciona la ministra ante La Libre. "Mi voluntad es aplicar el acuerdo del gobierno y, para ello, pretendo partir del terreno, comprender lo que allí sucede para saber qué hay que poner en marcha a favor de la neutralidad. ¿No es legítimo querer captar la experiencia del terreno en el caso de una ministra ? Tanto más cuanto que la realidad es muy diferente de un servicio a otro".

En enero pasado, la mayoría federal subrayaba, en su acuerdo de coalición, que cada ciudadano "tiene derecho a servicios públicos neutrales y de calidad". Por lo tanto, "el gobierno, después de un análisis y consulta con los principales funcionarios, introducirá un uniforme o un código de vestimenta" en las administraciones, concluía el acuerdo.

La eventual introducción por parte del gobierno de un código de vestimenta no se debe a un estudio de campo que concluya sobre problemas en materia de neutralidad en las administraciones. "Esta frase sobre el uniforme se incluyó en la declaración gubernamental, porque el uso de signos de convicción es una cuestión que vuelve constantemente al parlamento", informa la ministra, esperando que este uniforme permita resolver la cuestión de una vez por todas.

Por el momento, las reflexiones continúan sobre la elección del código de vestimenta. La eventual adopción de un código de vestimenta debería permitir actualizar la legislación, en particular el Real Decreto del 2 de octubre de 1937, en su artículo 8, que estipula claramente que "cuando esté en contacto con el público en el marco de sus funciones, el agente del Estado evita toda palabra, toda actitud, toda presentación que pudiera ser susceptible de socavar la confianza del público en su total neutralidad, en su competencia o en su dignidad".

En aplicación de este artículo, "el uso ostensible de signos religiosos, políticos o filosóficos está prohibido para los miembros del personal en contacto con el público", precisa el gabinete. Y continúa : "El agente (incluido el miembro del personal contratado) que, en el marco de sus funciones, está en contacto con el público (a saber, los "clientes"), evita toda palabra, toda actitud, toda presentación que pudiera ser susceptible de socavar la confianza del público en su total neutralidad, en su competencia o en su dignidad. En otras palabras, el agente está obligado a respetar los principios de neutralidad e igualdad de trato cuando está en contacto con los usuarios. Para los miembros del personal en "back-office", corresponde a la administración correspondiente tomar una decisión".