Ola de calor en Estrasburgo : Marroquíes comparten estrategias para sobrevivir al intenso verano europeo

Francesca riega regularmente su jardín para no dejar morir sus plantas de tomate y pimiento. "Cuando hace tanto calor como ahora, hay que regarlas tres veces por semana y con más agua, si no se secan", explica esta mujer de origen marroquí, acostumbrada a las olas de calor, a France 3. "Vengo de Marruecos, estoy acostumbrada. Pero debo decir que hace mucho calor en este momento, es cierto. Menos mal que tenemos estos pequeños espacios verdes al pie de nuestras casas. Incluso hay una pequeña sala de estar acondicionada allí para tomar el té a la sombra, al aire libre."

El domingo pasado, Météo France activó una alerta naranja por ola de calor en Bajo Rin. A pesar de que el municipio plantó más de 200 árboles en Hautepierre y desminera-lizó varios patios de escuelas en este barrio de la Eurometrópoli de Estrasburgo, que presenta el segundo "índice de dosel" más bajo del territorio, la ciudad sigue enfrentándose a la falta de fuentes. "Tenemos que ir al parque de la ciudadela o a Kehl, en Alemania, para encontrar parques con fuentes", se lamenta Cemille, una madre de 38 años, esperando a sus hijos en un banco frente a la escuela maternal. Y se queja : "Aquí mismo, tenemos que sentarnos en bancos que se encuentran a varios cientos de metros de la escuela, porque no hay sombra antes. Realmente nos sentimos ahogados entre los edificios, así que intentamos encontrar soluciones."

"En mi casa es un horno, y cuando salgo con los niños, no hay parques como en el centro de la ciudad. Así que en un momento no sé realmente a dónde ir", declara Bella, de 37 años, otra madre de familia que espera la salida de la escuela. Para aliviar a los habitantes, el centro social Le Galet organiza regularmente salidas colectivas a los cuerpos de agua en todo el departamento e incluso más allá. "Los habitantes tienen calor y hay que decir que no hay mucho aquí. Se han plantado árboles, pero faltan puntos de agua", se lamenta. Para este mes de julio, el centro ha apuntado a los lagos de Lauterbourg, Colmar-Houssen o Gérardmer.

Frente a la ola de calor, otros habitantes optan por mejorar su entorno. Este es el caso de Aïcha Zaoui, administrativa del hospital de Hautepierre, que ha instalado una huerta bajo su ventana, en la planta baja. Pero el marido y los hijos de esta mujer de cuarenta años "no pueden pasar un día de ola de calor sin ir a la piscina". Al igual que ellos, muchos habitantes del barrio y de otros lugares disfrutan de esta piscina, una de las mejor equipadas de la región. "Voy allí todas las mañanas y vengo de un pueblo a 10 minutos de Estrasburgo. Francamente, estamos bien allí", cuenta Franck. "Francamente, cuando hace calor, vengo aquí sistemáticamente. Tan pronto como salgo de mi apartamento, no hay nada en mi barrio. Así que prefiero caminar 30 minutos bajo el sol y venir a refrescarme aquí", testifica Onour, de 39 años.