Mohamed Abouti se jubila : 42 años en la mayor cantera de talco del mundo

"Estoy contento, voy a poder volver a Marruecos, aunque pienso volver a Francia de vacaciones y viajar a España. Me llevo conmigo un montón de recuerdos", se alegra Mohamed Abouti ante La Dépêche du Midi, que realizaba su última semana de trabajo el pasado octubre. El trabajador temporal marroquí acumula 42 años de experiencia en la mayor cantera de talco del mundo, situada a 15 km de Luzenac, donde se reúnen varias comunidades de trabajadores.

"Hay varias comunidades de trabajadores del talco, por supuesto están los de Ariège, muchos portugueses, y ha habido históricamente muchos marroquíes", explica Jean-Pierre Papin, responsable de comunicación del sitio. "Son realmente personas que constituyen una familia, personas que forman parte de la historia del talco, y mientras el equipo de marroquíes no esté allí, tenemos la impresión de que el equipo no está formado. De hecho, el inicio de la temporada se lanza con la llegada oficial de los marroquíes, y es muy simbólico".

El sitio emplea a 300 trabajadores, de los cuales unos 120 son asalariados (65/70 temporales). En cuanto a los otros 180 empleados, trabajan en la planta para el tratamiento del talco, su envasado, la preparación y el envío por tren y camión a los clientes. "Para la mayoría de los trabajadores, son seis a ocho meses de trabajo sin volver a casa, viven aquí entre ellos lejos de sus familias, a las que se sacrifican en cierto modo, para poder darles un mejor futuro, y todos se enorgullecen de poder, con este sacrificio, permitir que sus hijos vivan mejor y estudien", explica Maurice Jouve, director de la cantera.

Mohamed ha pasado buenos momentos con sus colegas en la planta de Ariège, donde se extraen 400.000 toneladas de talco cada año. "Llegué aquí en 1984, y fue Mohamed quien me enseñó a clasificar el talco con la piqueta, 4 años después, fui yo quien lo formaba para clasificar con la pala", recuerda su colega Antonio Goncalves. "Un trabajo de precisión", subraya Jean-Pierre Papin. "El trabajo de los clasificadores de talco es extraer el talco, pero sobre todo clasificarlo según su calidad [...] Tenemos blanco, gris, otros con matices verdosos, y los clasificadores deben tener esa capacidad de análisis".