Michelin en crisis : El drama laboral de un inmigrante marroquí en Europa

El futuro se oscurece para Mustapha Arhzaf, de 58 años, trabajador de la planta de Michelin en Vannes. Este italo-marroquí que se unió a la planta del gigante del neumático en 2016 está amenazado de perder su empleo. La planta bretona tendrá que cerrar sus puertas antes de 2025, informa Le Télégramme. Una situación que preocupa a sus 300 colegas y a él. "El cierre anunciado el 5 de noviembre fue realmente un duro golpe para todos, incluso para la dirección, lo vi en sus rostros", dice. "La mayoría de los colegas, hasta ahora, no logran digerir la noticia. Habían hecho planes para los años venideros, y de un día para otro, todo se derrumbó", resume el trabajador polivalente, con 27 años de antigüedad en Michelin.

Él ya ha experimentado la amarga experiencia en Italia con el mismo fabricante en 2016. En ese momento, se enteró a través de la página de Facebook del alcalde de Fossano que la planta de Michelin donde había trabajado durante 18 años cerraba. "Fue brutal. Estábamos enojados ese día, ¡mis amigos y yo ! Hicimos huelgas, marchas, ¡hicimos todo...! y luego volvimos al trabajo. Pero no era como antes", señala Mustapha. Este cierre se enmarcaba en el plan social de Fossano.

Pero el MRE vivió mal esta situación. "Antes, cuando trabajabas, tenías ganas de producir, pensabas en el futuro. Pero cuando ya tienes en mente el cierre, trabajas por nada. No tienes un objetivo. Y creo que es lo mismo aquí en Vannes ahora...", agrega. Actualmente, "trabajamos para aguantar hasta el cierre, es así", completa el trabajador de 58 años. El casi sexagenario se preocupa por su futuro, especialmente por lo que Michelin le propondrá después del cierre del sitio de Vannes. Según él, es posible que se propongan reubicaciones en Clermont-Ferrand, la sede del grupo. El único problema : Mustapha se siente "demasiado viejo" para desarraigarse una segunda vez. "Sigue siendo en Francia, pero ya no tengo ganas de mudarme", explica.

Mustapha se encuentra en una situación difícil : la edad de jubilación es de 64 años en Francia y de 67 años en Italia, "donde cotizó durante la mayor parte de su vida profesional". "Será difícil encontrar trabajo aquí, con todas las fábricas que cierran. Y los trabajos duros, yo ya no seré capaz de hacerlos", estima el marroquí. De todas formas, "esta es la última Navidad que pasamos aquí. En Michelin Vannes, ya no hay trabajo, ya no queda nada", lamenta el trabajador polivalente.