Marruecos sorprende : La transformación radical que asombra a un fotógrafo 15 años después

Arseniy Neskhodimov no puede creer que Marruecos haya experimentado profundos cambios en los últimos quince años. Marruecos "ha experimentado un notable desarrollo en varios niveles, especialmente en materia de seguridad y orden público", testifica al sitio web ruso Yuzhny Federalny. El fotógrafo ruso hace una comparación entre Marruecos de hace 15 años y el Marruecos de hoy, y observa que algunas de las grandes ciudades, como Casablanca, que sufrían de un urbanismo caótico y una fuerte presencia de robos, ahora están más organizadas.

Según su testimonio, la venta y el consumo de cannabis en lugares públicos han desaparecido, en un contexto de fuerte presencia policial y un cambio evidente en el comportamiento de las personas. En cuanto al alcohol, su venta y consumo siguen limitados a lugares cerrados y aislados, no visibles para el público en general, y que generalmente cierran automáticamente durante los horarios de la oración del viernes, señaló Neskhodimov.

Al comparar los precios del alcohol en Marruecos con los estándares rusos, el fotógrafo ruso observa que los precios practicados en el reino son altos. A modo de ejemplo, especifica que un pequeño vaso en un restaurante cuesta aproximadamente 1000 rublos (aproximadamente 125 dírhams marroquíes), mientras que una botella de vodka ruso se ofrece en los supermercados por casi 8000 rublos (aproximadamente 1000 dírhams marroquíes). Sin embargo, observa que algunos tipos de vinos marroquíes se venden a precios moderados, que oscilan entre 350 y 900 rublos (es decir, entre 44 y 112 dírhams), y que, según él, a veces tienen una calidad comparable a la de los vinos franceses.

En cuanto a los cambios culturales y sociales, Neskhodimov dice notar un creciente interés por el aprendizaje del idioma inglés en detrimento del francés, así como una disminución en el número de fumadores y una amplia adopción de tarjetas de pago bancarias. Estos indicadores reflejan una nueva dinámica en la sociedad marroquí, en sintonía con las evoluciones tecnológicas y culturales mundiales, según su opinión.