Marruecos post-terremoto : La aventura en autocaravana revela la resiliencia y hospitalidad del país

Sylvanus
Marruecos post-terremoto : La aventura en autocaravana revela la resiliencia y hospitalidad del país

Es posible viajar a Marruecos en autocaravana después del poderoso y devastador terremoto del 8 de septiembre que sacudió el reino. Dos parejas francesas cuentan su experiencia.

Dos parejas francesas (una de Clermont-Ferrand, la otra de la región parisina) viajaron a Marruecos en autocaravana en octubre. Un viaje que Frédéric había planeado a principios de año, con una pareja de amigos, mucho antes del violento terremoto que enlutó a Marruecos. "Queríamos conocer el sur de Marruecos, que no conocíamos", confiesa al sitio lemondeducampingcar.fr al que contactó por teléfono. Antes de partir, se aseguran de que su viaje se desarrollará con normalidad. "Miramos en el mapa y el circuito que habíamos planeado estaba muy poco afectado. Solo la región del Anti-Atlas nos parecía sensible. Nos informamos con la policía local, que nos dijo que los autobuses circulaban. Eran autobuses pequeños..."

Cuando llegan a Marruecos, Frédéric y sus amigos descubren que "algunos puentes se habían derrumbado. Aun así, logramos circular, cruzando algunos ríos a la antigua : vadeando, cuando los uadis estaban secos. En esta región también hay daños en los pueblos. El ejército y la Media Luna Roja marroquí estaban sobre el terreno." Las dos parejas cruzaron Marruecos de norte a sur, con destino a Ouarzazate y Mhamid.

También habían notado la ausencia de turistas, especialmente de autocaravanistas europeos. "Cuando tomamos el barco, no había nadie a bordo. En Gutierrez [Agencia Viajes Normandie, en Cádiz, N. del R.] se alegraron de vernos. Y una vez en Marruecos, nos encontramos varias veces con dos autocaravanas en el camping." Los autocaravanistas que encontraron se dirigían a Portugal. A Frédéric y a sus amigos les reservaron una cálida acogida. "Cuando pasábamos cerca de pueblos damnificados, la gente no se molestaba, nos indicaban el camino y se alegraban de ver llegar a los turistas. Incluso en Igherm, cuya región está dañada. En general, hicimos magníficos encuentros, la gente es realmente acogedora en esta región del Anti-Atlas que no conocíamos. [...]"

Frédéric añadirá : "Tienen la mano en el corazón, no es el mismo enfoque que en Marrakech. Al final, estamos muy contentos de nuestro viaje y no hemos encontrado dificultades particulares."