Marruecos moderniza su artillería : Israel desbanca a Francia como proveedor militar

Un revés importante para KNDS France, fabricante del famoso cañón Caesar, y su filial Arquus, que esperaba suministrar vehículos de acompañamiento a las Fuerzas Armadas Reales (FAR) en el marco de una asociación ampliada con Francia. Marruecos se ha dirigido al grupo israelí Elbit Systems para equipar a sus FAR con 36 piezas de artillería autopropulsada Atmos 2000, poniendo así fin a la cooperación con KNDS France, según informa el diario francés La Tribune. Una decisión que se justifica por las tensiones persistentes sobre la calidad y el mantenimiento de los equipos entregados por KNDS France a Marruecos. En 2020, el reino había pedido el Caesar al fabricante y había recibido la primera entrega dos años después. Surgieron problemas poco después de esta entrega, pero el fabricante francés no pudo resolverlos, y al parecer algunas piezas de artillería siguen sin estar operativas hasta la fecha.

Montado sobre un camión checo Tatra, el Atmos 2000 se distingue por sus capacidades de despliegue rápido, su sistema de tiro automatizado y su gran movilidad en terrenos difíciles. Este sistema cuenta con una tripulación reducida. Sus principales características técnicas incluyen un alcance de más de 40 km gracias a los proyectiles ERFB-BB, un chasis flexible que puede adaptarse a la configuración 6x6 o 8x8, una cabina blindada capaz de albergar entre 2 y 6 miembros de la tripulación y compatibilidad con municiones de 155 mm utilizadas por la OTAN. Este moderno sistema tiene una capacidad de almacenamiento embarcado de 18 proyectiles y cargas propulsoras. Gracias a su tecnología "shoot-and-scoot", que le permite disparar y reposicionarse rápidamente para evitar cualquier represalia enemiga, ofrece una gran reactividad en el terreno.

Israel se ha convertido en el tercer proveedor de armas de Marruecos, representando el 11% de sus importaciones militares, según el Instituto Internacional de Investigación para la Paz de Estocolmo (SIPRI). Con esta venta, Tel Aviv refuerza su cooperación militar con Rabat. Mientras tanto, Francia retrocede en Marruecos.