Marruecos : Imán para inversiones chinas ante posible retorno de Trump a la Casa Blanca

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Marruecos : Imán para inversiones chinas ante posible retorno de Trump a la Casa Blanca

Más allá de la cuestión del Sáhara, Marruecos podría beneficiarse del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca en el ámbito comercial. Varias empresas chinas de producción de baterías eléctricas deberían precipitarse hacia Marruecos si el presidente estadounidense impone restricciones a la entrada de estos productos en el mercado estadounidense.

El regreso al poder de Donald Trump marca un giro decisivo en las relaciones marroquí-estadounidenses. Marruecos espera mucho del nuevo presidente estadounidense, que había reconocido, al final de su primer mandato, la soberanía del reino sobre el Sáhara. En un intercambio telefónico el 27 de enero, Marco Rubio, el nuevo secretario de Estado estadounidense, y Nasser Bourita, el ministro marroquí de Asuntos Exteriores, reafirmaron el compromiso de los dos países de reforzar sus intercambios comerciales, informa Le Monde.

Este acercamiento entre Rabat y Washington se produce en un contexto particular, marcado por un acercamiento del reino a China, analiza el medio francés, recordando que el presidente chino Xi Jinping realizó una breve visita a Casablanca el pasado noviembre. Por el contrario, Donald Trump no había realizado una visita de Estado a Marruecos durante su anterior mandato, observa la publicación, que pone de relieve la rivalidad económica entre China y Estados Unidos a la luz de las inversiones chinas en el reino.

Obviamente, estas inversiones chinas en Marruecos no son vistas con buenos ojos por Washington. Marco Rubio se lo ha hecho saber a su homólogo marroquí durante el intercambio telefónico del 27 de enero, según el medio francés. Debido a su posición geográfica estratégica con Europa, Marruecos atrae a las empresas chinas especializadas en la fabricación de baterías para vehículos eléctricos.

En junio pasado, el gobierno marroquí anunció la construcción por parte de Gotion, gigante chino del sector, de una megafábrica en Marruecos por una inversión de 12.800 millones de dírhams (1.300 millones de dólares). Con una capacidad inicial de 20 gigavatios-hora, la unidad debería iniciar sus actividades antes de 2026. Un mes antes, Hailiang y Shenzhen, dos empresas chinas especializadas en la fabricación de cobre y ánodos, elementos esenciales de las baterías de los coches eléctricos, habían anunciado su intención de instalarse en Marruecos.