Marruecos acelera hacia el 5G : Desafíos y metas rumbo al Mundial 2030

Said
Marruecos acelera hacia el 5G : Desafíos y metas rumbo al Mundial 2030

Marruecos se ha comprometido a desplegar el 5G en su territorio antes de la Copa del Mundo de Fútbol de 2030, un requisito de la FIFA. El gobierno prevé una cobertura del 25% del país para 2026, con un objetivo final del 70%. Sin embargo, el camino parece ser aún largo y lleno de obstáculos.

Un desafío importante reside en la puesta en común de las infraestructuras entre los operadores, ya que las inversiones necesarias son colosales, se preocupa Challenge. Qatar gastó 20 mil millones de dólares en sus infraestructuras de telecomunicaciones durante la última Copa del Mundo, dando una idea de la magnitud de la tarea. La Agencia Nacional de Reglamentación de las Telecomunicaciones (ANRT) ahora está bajo presión para lanzar la licitación 5G. Hay discusiones en curso con gigantes del sector como Huawei, Nokia y Ericsson, así como con los operadores marroquíes.

La urgencia es real. El pliego de condiciones de la Copa del Mundo impone la aceleración de numerosos proyectos, incluida la asignación de licencias 5G, ya este año. Hicham Chiguer, presidente de la Asociación de Usuarios de Sistemas de Información de Marruecos (AUSIM), estima que el 5G hará su aparición en el reino a lo largo de 2025. Marruecos podría entonces convertirse en el primer país africano en adoptar esta tecnología.

El 5G promete una velocidad hasta diez veces superior a la 4G, reduciendo por ejemplo el tiempo de descarga de una película en alta definición a solo 20 minutos. Más allá de la velocidad, es su capacidad para gestionar volúmenes masivos de datos lo que marca un cambio. El 5G se presenta como la tecnología clave del internet de las cosas, un mundo donde los equipos conectados interactúan sin intervención humana.

Sin embargo, el despliegue del 5G depende de la generalización de la fibra óptica, aún limitada en Marruecos. Un retraso que implica en particular un marco regulatorio considerado demasiado rígido.

La ley de telecomunicaciones no anticipó la llegada de los operadores de infraestructuras. "Este marco rígido impide el intercambio y la puesta en común de estas infraestructuras", explica Challenge. Actores públicos como la ONCF, la ONEE y la ADM poseen redes de fibra óptica infrautilizadas que no pueden comercializar con otros operadores. La ONCF, por ejemplo, tiene una red de 2.700 km de fibra óptica, de la cual el 70% sigue sin utilizarse.