Madre marroquí sentenciada a 14 años por el asesinato de sus hijas discapacitadas en Francia

El veredicto ha sido dictado. Naïma Bel Allam, ex contable de origen marroquí, acusada de homicidios voluntarios agravados, ha sido condenada a 14 años de reclusión criminal por la corte de assize de Lot-et-Garonne, informa BFMTV. "Decepcionada" por el veredicto, su abogada Sophie Grolleau "se reserva el derecho de apelar". Por su parte, Sylvie Brussiau, la abogada del padre de las adolescentes que estaba separado de la acusada y no había visto a sus hijas desde hace varios años cuando desaparecieron, expresa su insatisfacción. "Hoy tenemos una condena, pero no es un éxito porque no tenemos las respuestas que esperábamos", reaccionó.

Según el Instituto Especializado de Educación para Personas con Discapacidad Múltiple (Isep) de Tonneins (Lot-et-Garonne), que las acogía durante el día, las dos niñas de 12 y 13 años, nacidas con malformaciones, están desaparecidas desde el 7 de diciembre de 2016. Naïma afirmó haber confiado a sus hijas a una pareja de marroquíes en una área de servicio de autopista en España. Una versión contradictoria por los investigadores. El miércoles, esta madre de familia que comparecía en libertad por "homicidios voluntarios agravados" había reconocido haber cambiado de versión por desconfianza hacia las autoridades y miedo a que sus hijas fueran "puestas bajo tutela". En la audiencia, dijo haberlas entregado a un "grupo de amigos" que habría conocido en 2015 en Marruecos.

La acusada había proclamado "a los cuatro vientos" que sus dos hijas "seguían vivas" y que tenía noticias de ellas, aunque no las había visto "desde marzo de 2017". "Naïma Bel Allam podría haber aportado una prueba de vida, lo que habría detenido todo, pero no lo hizo. Todo el mundo habría querido que las niñas estuvieran vivas, pero no lo están", declaró la abogada general Corinne Chateigner, que había solicitado entre 12 y 13 años de reclusión. Y agregó : "Nunca reconocerá lo que hizo, porque ha logrado convencerse a sí misma de que sus hijos siguen vivos". Sin dejar de recordar que "el descubrimiento de un cuerpo o de restos humanos no constituye un asesinato".