Ingeniero reincidente condenado : 24 meses por violencia machista en Le Havre

El acusado, un ingeniero, había sido condenado en 2022 por violencia contra su ex pareja. Esta vez, la víctima es su pareja actual, de origen marroquí. Los hechos tuvieron lugar el 4 de noviembre de 2022, cuando la policía de Le Havre recibió la llamada de una mujer que afirmaba ser víctima de violencia por parte de su pareja. Una vez en el lugar, los policías encuentran a la mujer en estado de shock, con lesiones en el cuello, los muslos y la cara. El compañero en cuestión fue detenido posteriormente, según relata Paris-Normandie.

La mujer cuenta a los agentes que discutía con su compañero cuando este intentó estrangularla, antes de darle una patada en las piernas y varios golpes en la cara. La investigación revela que el hombre es reincidente y que la mujer había presentado varias denuncias contra él por violencia conyugal. Desde el inicio de su relación en noviembre de 2022, el condenado ha proferido regularmente insultos degradantes a su esposa a la que también golpeaba, confirman varios vecinos, mencionando los frecuentes llamamientos de auxilio de la mujer.

El hombre había sido condenado anteriormente por violencia contra su ex pareja. En este caso, dice no haber "querido hacer daño en ningún momento". "Si no controla sus gestos hasta ese punto, es más inquietante que tranquilizador", reaccionó el presidente del tribunal. El acusado permaneció impasible, a pesar del testimonio de su ex pareja, de sus vecinos y de su hija.

La fiscalía denuncia una minimización de los hechos por parte del acusado. "El señor sólo se preocupa de sí mismo. Ni una sola vez tiene una palabra para su víctima, ni se preocupa de lo que ella haya podido sentir", lamenta la representante del ministerio público, que solicitó dos años de prisión firme para el acusado. Su defensa aboga por una suspensión, recordando que el hombre sufre de esclerosis múltiple, una enfermedad invalidante cuyo tratamiento sería complicado en prisión. Por esta razón, el tribunal finalmente condenó al acusado a dos años de prisión, de los cuales uno en suspenso con libertad condicional y otro con uso de brazalete electrónico en el domicilio.