Imán polémico gana batalla legal : Bélgica podría acoger de nuevo a Mohamed Toujgani

A Mohamed Toujgani se le retiró su permiso de residencia belga en octubre de 2021, cuando se encontraba en Marruecos. Con la decisión del tribunal de apelación de Bruselas que acaba de validar su solicitud de adquisición de la nacionalidad belga, el imán marroquí puede esperar regresar a Bélgica antes de fin de año, informa La Dernière Heure. Bloqueado en Marruecos desde hace casi tres años, Toujgani debería volver a Bélgica, donde su esposa y sus hijos se han quedado, antes de finales de año, a menos que la fiscalía presente un recurso de casación.

Pero antes, Toujgani primero debería obtener su tarjeta de identidad belga, un proceso que puede tardar de 3 a 4 meses, según su abogada, Me Colombe Dethier. Con 69 años, el popular pero controvertido imán se instaló en Bélgica a principios de la década de 1980. El marroquí era una figura influyente de la comunidad musulmana de Bruselas y llegó a ser presidente de la Liga de Imanes de Bélgica. Predicaba en árabe en la mezquita Al Khalil en Molenbeek-Saint-Jean, la más grande de Bélgica. Muy conservador, ha sido seguido durante décadas por los servicios de inteligencia belgas.

En uno de sus sermones en 2009, el imán llamó a "quemar a los sionistas". Estas declaraciones lo alcanzaron diez años después, en enero de 2019, cuando un video de esa secuencia se volvió viral en las redes sociales. En marzo del mismo año, Mohamed Toujgani presentó ante la administración municipal una solicitud de nacionalidad belga, que fue rechazada después de la opinión negativa de la fiscalía, que explicó que "la Seguridad del Estado tiene elementos que nos impiden acceder a esta solicitud".

Interpuesto el caso, el tribunal de primera instancia falló a favor de Toujgani el 1 de octubre de 2021. La fiscalía apeló de inmediato, suspendiendo el proceso de naturalización. Acto seguido, el entonces Secretario de Estado de Asilo y Migración, Sammy Mahdy, retiró el permiso de residencia de Toujgani en Bélgica, citando "un grave peligro para la seguridad nacional". La Seguridad Nacional considera al imán marroquí como un "agente de influencia" o un "informante" de los servicios de inteligencia marroquíes. De viaje en Marruecos, el imán no fue informado de la situación. Fue cuando decidió regresar a Bélgica que se enteró de que ya no tenía permiso de residencia.