Funcionario francés descubre su pérdida de nacionalidad al regresar de Argelia

Al salir de Argelia el 21 de julio con destino a Francia, Abdel, un funcionario territorial, estaba lejos de imaginar lo que le esperaba en el aeropuerto de Orly (Val-de-Marne). Durante el control de pasajeros, los agentes de la PAF, la policía de fronteras, lo rechazaron del territorio francés con el argumento de que desde 2020 figuraba en un registro administrativo de la prefectura de Seine-Saint-Denis como extranjero, según informa Le Parisien. Esto es algo que este hombre de 55 años, nacido en Francia en 1969, desconocía. Comienzan entonces los problemas del hombre de 50 años. Su hijo de 19 años, que viajó con él, salió del aeropuerto con su madre, pero Abdel fue puesto en detención en Orly durante cuatro días, lejos de sus cuatro hijos. Sin embargo, es un hombre que siempre ha votado en Francia y nunca ha tenido problemas para viajar al extranjero con su pasaporte francés.

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Le confiscaron sus documentos (pasaporte francés biométrico). "Me hablan de este documento que supuestamente firmó mi padre, del que nunca había oído hablar", cuenta el funcionario territorial. "Me dan a entender que perdí la nacionalidad después de mi nacimiento. 55 años después, ya no era francés. Era surrealista, completamente loco". Se trata de un documento firmado por su padre argelino en 1970. Este documento indica que su difunto padre había aceptado renunciar a la nacionalidad francesa para él y sus hijos. Un decreto publicado después de los Acuerdos de Evian de 1962, que marcaron el final de la guerra de Argelia, otorgó carácter legal a este documento. Pero en esa época, "se hacía firmar a muchos argelinos por la fuerza", asegura Abdel. Su padre, analfabeto, probablemente firmó este documento bajo coacción. Sin embargo, el expresidente francés François Mitterrand habría derogado este decreto, que hoy en día está obsoleto.

El 25 de julio, Abdel sale de Orly hacia el tribunal de Créteil (Val-de-Marne). Una jueza de libertades y detención (JLD) examina su caso. "Ella vio claramente que nada tenía sentido", suspira el funcionario francés. Queda en libertad. "Es sencillo : sale un registro, se aplican las reglas con verificaciones. Y después de 96 horas, el juez decide de manera soberana", explica una fuente interna de la PAF de Orly. Pero el abogado de la PAF no se rinde. El caso está pendiente ante la corte de apelaciones de París. Abdel y su abogado estuvieron ausentes en la audiencia. "No era de nuestro interés estar allí. En caso de decisión desfavorable, Abdel habría sido detenido y puesto en un avión", afirma Marcel Baldo. Dice no haber "visto algo así en 38 años de ejercicio. Es kafkiano".

De vuelta en su casa, Abdel lucha por recuperar su pasaporte francés. Ha iniciado un procedimiento de posesión de estado (establecimiento de un vínculo de filiación) ante el tribunal de Bobigny. También ha presentado una solicitud de permiso de residencia. El tribunal de Créteil le permitió tener una visa de ocho días, el tiempo necesario para regularizar su situación. El hombre de 50 años puede contar con el apoyo del alcalde de Bobigny, que es su cuñado. Este ha enviado una carta al prefecto del 93 para respaldar sus solicitudes. Si bien el funcionario territorial ha retomado su trabajo el lunes, no está cerca de olvidar este episodio de su vida. "No voy a dejar las cosas así", advierte. "Quiero obtener una reparación. Me retuvieron cuatro días, fue muy penoso. No quiero que esto le suceda a otros hijos de argelinos".