Franco-marroquí Aymeric Hilali asume dirección del instituto Banville : promete apertura e innovación educativa

El instituto Banville, en Moulins, cambia de manos. Aymeric Hilali, de 63 años, ex director del centro escolar Blaise-de-Vigenère, ha sido promovido al frente del establecimiento. Uno de sus objetivos es "abrir más" el centro a través de agentes externos. "Concedo una gran importancia a la relación entre el entorno socioeconómico y los centros escolares. Tenemos competencias incuestionables, tenemos importantes recursos y nos apoyamos en ellos. Pero también hay expertos, en sus ámbitos particulares, que pueden ser complementos a nuestros docentes para aportar nuevos enfoques", se ha comprometido.

Aymeric Hilali es un franco-marroquí con una trayectoria personal y profesional tan densa como atípica. De hecho, él mismo califica su trayectoria como "absolutamente no lineal". Ha sido, entre otras cosas, lector en una universidad inglesa, auxiliar de vida en la Asociación de Personas con Parálisis de Francia (APF), formador en una autoescuela, maestro de internado. Después de obtener su bachillerato en Marruecos y una beca, llegó a Francia en 1982 para estudiar en Limoges. En 1987 obtuvo la nacionalidad francesa. En 1995 obtuvo un diploma de Profesor de Liceo Profesional (PLP). Ese fue el inicio de su carrera como docente de inglés en institutos profesionales. Tras aprobar el concurso de personal directivo en 2003, obtuvo su primer puesto como director adjunto en el Allier, en el colegio Emile-Mâle de Commentry.

Ocupó este cargo también en el colegio des Célestins, en Vichy, antes de convertirse en director del colegio Emile-Guillaumin, en Cosne-d’Allier. En 2017 comenzó una nueva experiencia profesional como director del Blaise-de-Vigenère, en Saint-Pourçain-sur-Sioule. Hoy deja este centro escolar para asumir la dirección del instituto Banville, donde sucede a Lydia Advenier, que se ha jubilado. Se siente feliz de ponerse al frente de esta institución moulinesa fundada bajo Napoleón Bonaparte, de la que tiene un conocimiento perfecto. "Es un instituto que cuenta en el departamento, no solo en Moulins", subraya. "Tiene una verdadera reputación. Hay excelencia entre los alumnos y en los equipos educativos ; también hay solidaridad pedagógica. Y hay el prestigio que conlleva".

El franco-marroquí prosigue : "Una profesora me dijo : ’Llega a un instituto histórico’. Es cierto que es impresionante. Es un gran privilegio estar al frente de este establecimiento que tiene a la vez una larga historia y un buen dinamismo".