Francia revoluciona la agricultura : Aguas residuales salvarán viñedos y huertos del Mediterráneo

Francia apuesta por la filtración, la desinfección y la reinyección de las aguas residuales hasta ahora vertidas al Mediterráneo para salvar huertos y viñedos a partir de abril de 2026. Este es todo el alcance del lanzamiento del mayor proyecto de reutilización de aguas residuales tratadas (REUT) para uso agrícola, cuyas obras han comenzado en Argelès-sur-Mer. "Estamos transformando un desecho en un recurso", se alegra Antoine Parra, alcalde de Argelès-sur-Mer y presidente de la comunidad de municipios Albères Côte Vermeille Illibéris (CCACVI) ante Francebleu.

"La idea es hacer un tratamiento complementario del agua limpia a la salida de la estación depuradora, con un nuevo filtrado para eliminar los sólidos en suspensión, las bacterias y los virus. Para mantener la calidad óptima de esta agua a lo largo de las redes, se añadirá una cantidad ínfima de cloro", explica Maxime Zevaco, ingeniero comercial de OTV, encargado del diseño de este proyecto de REUT. Añadirá : "será inferior a la presente en las redes de agua potable".

Gracias a este dispositivo, se reciclarán 1,3 millones de m³ de aguas residuales -el equivalente a cinco meses de consumo de agua potable para los 60.000 habitantes del territorio- cada año. Este proyecto es una respuesta muy esperada por los agricultores, especialmente los que ejercen en el departamento de Pirineos Orientales, golpeado por una sequía histórica desde mayo de 2023. Un sistema de goteo ultra eficiente alimentado por la reutilización de las aguas residuales tratadas permitirá a los arboricultores y viticultores regar 659 hectáreas a partir de abril de 2026 : 533 hectáreas de huertos y 126 hectáreas de viñedos.

"Es un alivio, es agua que tendremos a nuestra disposición durante los períodos de restricción, aunque cueste 20 céntimos el metro cúbico, es decir, cuatro veces más caro", confiesa Fabienne Bonet, presidenta de la Cámara de Agricultura de Pirineos Orientales.

La REUT ya se ha experimentado en España, Marruecos o Israel, para regar los cultivos. Una panacea para Francia que se enfrenta a la escasez de agua. "Este proyecto es un acto político fuerte y costoso -más de 13 millones de euros-. Asumimos nuestras responsabilidades para preservar los recursos hídricos subterráneos y apoyar nuestra agricultura", insiste Antoine Parra.