Francia debate impuesto migratorio : 1500 euros anuales por residencia legal

Sylvanus
Francia debate impuesto migratorio : 1500 euros anuales por residencia legal

Los extranjeros presentes legalmente en el suelo francés deberían aportar una contribución específica a la recuperación de las cuentas públicas. Al menos eso es lo que propone Charles Prats, delegado nacional de la Unión de las Derechas por la República (UDR).

"Francia está al borde del precipicio financiero : más de 3.200 millones de euros de deuda pública con una situación neta negativa de 1.875 millones a finales de 2023 y un déficit que superará el 6% del PIB. Tampoco hay que olvidar los 4.284 millones de compromisos fuera de balance a finales de 2023...", precisa Charles Prats en un artículo publicado por Le Figaro. Señalará que "el debate presupuestario sobre la reducción del gasto público no parece estar bien encaminado y se orienta hacia medidas limitadas. Quedan los clásicos remedios de la administración francesa, la loca fábrica de impuestos y la medalla de oro olímpica en fiscalismo. Los objetivos siguen siendo los mismos : los "ricos" (es popular, siempre se es el rico de alguien...) y las empresas (los malvados "patrones delincuentes"...)."

El delegado nacional de la Unión de las Derechas por la República (UDR) propone dos ideas sencillas para votar y, sobre todo, para implementar para hacer frente al endeudamiento de Francia. La primera : considera que se podría "invitar al primer ministro Michel Barnier a demostrar, contra sus administraciones, una creatividad útil : hacer que la inmigración contribuya realmente a la recuperación de las cuentas públicas de Francia." Para respaldar su argumento, explica : "contrariamente a una propaganda ampliamente difundida, sabemos desde un informe esclarecedor de la OCDE que la inmigración tiene un costo presupuestario para Francia de entre el 0,52% y el 0,84% del PIB. Es decir, un costo adicional para las cuentas públicas de 14 a 24 mil millones de euros anuales para poco más de 5 millones de extranjeros "legales", un promedio de 3 a 5.000 euros por inmigrante."

Por lo tanto, "una sana aplicación de la justicia fiscal debe inspirar una contribución específica para estas personas que se benefician de lo que Francia les ofrece", estima Prats, señalando que "los extranjeros ya pagan una suma de 225 euros por la expedición de su permiso de residencia" y que "elevar este impuesto, cuyo principio ya existe, a 1.500 euros anuales y cuyo pago condicionaría la regularidad de la estancia, permitiría ingresar más de 5.000 millones de euros cada año en el presupuesto de Francia." Señalará que se trata de "un monto proporcional, claramente inferior al costo real de la inmigración. Por lo tanto, no hay ningún obstáculo de orden constitucional."

"Y si el inmigrante se niega a pagar, pierde su derecho de residencia y, en cualquier caso, ya no será una carga para la nación. Una medida ganar-ganar", agrega.

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La segunda idea se refiere al establecimiento de un impuesto del 33% sobre los movimientos financieros internacionales con destino a los países que se nieguen a expedir los salvoconductos consulares para permitir la expulsión de los extranjeros bajo OQTF. "Se trata de una medida fiscal particularmente incentiva para reforzar las herramientas de Francia en materia de aplicación de la legislación migratoria", explica Prats. "Apostemos a que las diásporas ejercerían muy rápidamente presión sobre los países de origen para que éstos cooperen".