Familia marroquí en Amberes, al borde del desalojo : La crisis de vivienda golpea a los inmigrantes

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Familia marroquí en Amberes, al borde del desalojo : La crisis de vivienda golpea a los inmigrantes

Mohammed Enniya, su esposa y sus tres hijos corren el riesgo de quedarse sin hogar en los próximos días. La familia de origen marroquí ha estado intentando en vano encontrar una nueva vivienda durante más de un año después de que venciera su contrato de alquiler.

"Si no encuentro nada antes del 21 de noviembre, un alguacil nos echará a la calle", declaró Mohammed, quien lleva más de un año buscando una nueva vivienda. El marroquí, su esposa y sus tres hijos han vivido desde 2014 en esta vivienda del CPAS (Centro Público de Acción Social), en la calle Essen de Amberes. Inicialmente de un año y prorrogado durante nueve años, el contrato de alquiler venció el verano pasado. El CPAS notificó el fin del contrato a la familia marroquí y les pidió que desalojaran el lugar. Al no haber encontrado una nueva vivienda, Mohammed y los suyos siguen ocupando esta vivienda, según informa Nieuwsblad.be.

"Mi esposa trabaja en el cuidado de niños y yo estoy en busca de empleo. Ella gana alrededor de 3.100 euros brutos y yo recibo una prestación de alrededor de 700 euros. Por lo tanto, encontrar una nueva vivienda no debería ser un problema", explica Mohammed. Sin embargo, el marroquí lleva más de un año intentando encontrar una vivienda adecuada. "No lo entiendo. Hemos visitado decenas de viviendas, pero siempre nos dicen que el propietario ya ha encontrado a otro inquilino o que la vivienda ya no está disponible", cuenta.

Mohammed está desesperado después de todos estos intentos infructuosos. Tampoco es posible encontrar una vivienda social. "Estoy inscrito en varias listas, pero las listas de espera son insuperables. Para algunas viviendas, a veces hay 400 personas en espera. Para otras, solo hay 50, pero no parece realista que podamos entrar antes del 21 de noviembre. Estaríamos satisfechos si pudiéramos alquilar algo más pequeño, incluso con solo una o dos habitaciones. Cualquier cosa es mejor que quedarnos en la calle, pero parece desesperado".

El padre de familia confiesa que incluso ha pedido ayuda al rey de Bélgica. "Sin recursos, le he escrito una carta al rey Felipe. Me respondió que había transmitido mis quejas al CPAS de Amberes, pero todavía no he recibido noticias de ellos". Impotente, Mohammed teme el desalojo del 21 de noviembre y teme que sus hijos, aún menores (17, 15 y 13 años), sean colocados. "Me preocupo mucho por mis hijos. Les va muy bien en la escuela... Si nos quedamos en la calle, sin duda tendrá consecuencias en sus estudios".