El éxodo silencioso : Miles de jóvenes del Rif buscan futuro en las costas españolas

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El éxodo silencioso : Miles de jóvenes del Rif buscan futuro en las costas españolas

Seis años después de las manifestaciones del Hirak en el Rif, miles de jóvenes de la región han emigrado clandestinamente en barco hacia las costas del sur de España. Este año, más de 5.000 jóvenes ya han llegado a las costas españolas.

En busca de una vida mejor, los jóvenes de la región del Rif prefieren unirse a España. Oussama, de 25 años, y Mohamed, de 26 años, han decidido dejar pronto Al Hoceima para ir a Motril, en la costa de Granada, donde les espera Marouane, de 20 años, su hermano menor, quien hace unos meses cruzó el mar de Alborán en moto de agua para regresar a España. Oussama es economista y Mohamed, maestro pastelero. Desde que obtuvieron sus diplomas, solo han tenido pequeños trabajos en la región del Rif.

"Nos reuniremos con nuestro hermano menor lo antes posible. Hemos perdido toda esperanza aquí. La política de Marruecos en el Rif nos empuja a emigrar", explica Oussama a El Pais. Mohamed, por su parte, había intentado cruzar el mar de Alborán en los grandes barcos de pesca llamados buleteras hace dos años, pero fue detenido por las fuerzas de seguridad marroquíes. Este verano, un número considerable de migrantes lograron llegar a la costa española. Desde principios de año, más de 5.000 migrantes ya han cruzado el mar de Alborán, según los datos consultados por El Pais.

Las razones de esta masiva emigración son múltiples. "Hay una combinación de factores socioeconómicos, pero también de identidad, que empujan a los jóvenes del Rif hacia las grandes ciudades de Marruecos y sobre todo hacia los países de la UE", afirma Mohamed Hamji, profesor de la Universidad Sidi Mohamed Ben Abdellah de Fez, añadiendo que "la región necesita mejorar sus infraestructuras : una red vial más completa, la ampliación de los puertos y la creación de zonas industriales".

Según Ángela Suárez Collado, profesora de la Universidad de Salamanca, "la ausencia de un plan de desarrollo global y eficaz" para la región del Rif podría explicar esta situación. "Hasta principios de la década de 2000, las políticas públicas tuvieron un impacto limitado en la economía regional, que se alimenta de las remesas de la emigración, de la cultura y la comercialización del hachís y (hasta 2018-2020) del contrabando con Ceuta y Melilla", explica. La inmigración, "no es una elección, es nuestro destino", se resigna el propietario de un café en Al Hoceima.