Escándalo en Casablanca : Controladores de autobús desatan violencia y polémica

La polémica fue desencadenada por varias secuencias de video. Una muestra a un controlador dando puñetazos a un usuario. Otras exponen a agentes realizando registros corporales considerados "humillantes" por los internautas, actos que no entran dentro de sus atribuciones.

Estas imágenes, calificadas de "barbarie" por numerosos activistas, han suscitado un debate sobre el papel de los controladores. Para los usuarios, su misión "se limita a pedir el billete o constatar una infracción" y no les "da en ningún caso el derecho a recurrir a la violencia".

Algunos comentaristas consideran que estos comportamientos revelan una "falla profunda en el sistema de contratación y formación" de la empresa. Describen a agentes que actuarían "con la mentalidad del jefe de barrio más que con la de un empleado responsable".

Algunos controladores han intentado justificar sus acciones aludiendo a difíciles condiciones de trabajo, insultos y agresiones relacionadas con el fraude. Este argumento ha sido rechazado por numerosos internautas, quienes consideran que la presión no puede excusar la violencia y que más bien demuestra un "fracaso de la sociedad en proporcionar a sus empleados las herramientas" de gestión de conflictos.