El enigma de Domingo Badía : El espía español que desafió al sultán de Marruecos

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El enigma de Domingo Badía : El espía español que desafió al sultán de Marruecos

Domingo Badía, nacido en 1767 en la ciudad de Barcelona, fue un espía del rey Carlos IV de España en Marruecos. Su muerte en circunstancias extrañas en Francia sigue suscitando numerosos interrogantes.

En 1801, el ministro Godoy tuvo la idea de hacer de Badia un espía. "Badía era el hombre de la situación. Valiente y audaz como pocos, discreto, astuto y emprendedor...", escribió Godoy en sus memorias publicadas en 1836. En esa época, las relaciones con Marruecos eran tensas y había que actuar. El sultán Moulay Souleymane amenazaba con tomar Ceuta y Melilla, había suspendido las exportaciones de trigo marroquí hacia España y tenía contactos con los diplomáticos británicos.

Así, Badia estudia el Islam, se hace circuncidar y se da una nueva identidad : Ali Bey Abd Allah, proveniente de una familia rica exiliada en París y Londres. Muy hábil, ganó rápidamente la confianza del sultán. Paralelamente, moviliza a las tribus del sur mientras el ejército español se preparaba para intervenir. Pero en el último momento, Carlos IV ordenó la cancelación del ataque, poniendo a su espía en una situación difícil. El sultán Moulay Souleymane comenzó a desconfiar de él y finalmente lo expulsó hacia Argelia en 1805, recuerda El Español.

"Las motivaciones que inspiraron las actividades de Badía en Marruecos fueron una mezcla de patriotismo, ambición personal y altruismo. Era un español excepcional por su inteligencia, su valentía y su talento científico y literario", resume el doctor en filosofía, Michael Mcgaha. En lugar de regresar a España, Badia continuó sirviendo como espía en la parte oriental del Mediterráneo. Llegado al Nilo, desactiva un complot británico contra Mehmet Ali antes de continuar su camino hacia La Meca.

A su regreso de la Ciudad Santa, se dirigió a Palestina y Siria, antes de llegar a París a través de Estambul a finales de abril de 1808. Luego regresó a España antes de exiliarse de nuevo en Francia en 1813, donde publicó "Los Viajes de Ali Bey en África y Asia". La obra fue un éxito de ventas en Europa. En 1818, bajo una nueva identidad falsa y en el marco de una nueva misión encomendada por Luis XVIII de Francia, Badía murió en una ciudad en los confines del desierto sirio. Las circunstancias de su muerte siguen siendo poco claras.