Condenan a 7 años al cerebro del robo millonario en los Campos Elíseos, fugado en Marruecos

Sylvanus
Condenan a 7 años al cerebro del robo millonario en los Campos Elíseos, fugado en Marruecos

Implicado en el robo del banco Milleis ubicado en la plaza de los Campos Elíseos (8º distrito) en enero de 2019, un hombre prófugo en Marruecos ha sido condenado in absentia por el tribunal judicial de París.

El veredicto se dictó el jueves pasado. El tribunal judicial de París condenó a Hicham E. a siete años de prisión, frente a la pena de 9 años solicitada en su contra, informa Le Parisien. Objeto de una orden de arresto internacional, es el "colega" de Alexandre A., de 41 años, un atracador reincidente apodado "Musclor", el único que compareció detenido. Hicham es considerado el "elemento central" por la fiscal. "¿Dónde están los millones ? Yo diría que están en Marruecos con Hicham", apostó la representante de la fiscalía, sobre la base de elementos de la investigación. El botín de los 68 cofres fuertes se estima, como mínimo, en una decena de millones de euros.

"Musclor" fue condenado a diez años de prisión, la pena más severa en lugar de los 15 años de prisión solicitados por la fiscalía. Según la representante de la fiscalía, era "un individuo peligroso" con tres antecedentes de robo a mano armada, que actuaba de cierta manera en "reincidencia". "Siempre se presenta como la víctima de los delitos que comete", denunció la magistrada, quien además solicitó una pena de seguridad de 2/3 para él. "Una pena de dos dígitos lo aniquilaría", exhortó Amaury Auzou, el abogado de Alexandre A., explicando que su cliente estaba "acorralado financiera y psicológicamente" cuando aceptó participar en este golpe.

Kamal J., el ex director de este banco, que participó directamente en el golpe, fue condenado a seis años de prisión (de acuerdo con los cargos). Habría entrado en contacto con Hicham y, luego, con Alexandre, para organizar el "falso atraco" de su establecimiento. Según la fiscalía, Kamal J. "actuó por codicia, buscaba el brillo. ¡Pero no se va a la cárcel por eso !" Sus abogados reconocen, por lo demás, que su cliente se había "hundido en el mito contemporáneo de la codicia".