Calvario en Argelia : El drama de un turista francés revela tensiones diplomáticas y abusos

Said
Calvario en Argelia : El drama de un turista francés revela tensiones diplomáticas y abusos

Ismaïl Snabi, francés de origen marroquí de 28 años, ha sufrido un calvario inimaginable en Argelia. Lo que debía ser unas simples vacaciones entre amigos se convirtió en una pesadilla, marcada por la violencia y la arbitrariedad del régimen argelino. Su desgarrador testimonio, recogido por Le Monde, levanta el velo sobre las tensiones exacerbadas entre Argelia y Marruecos, y denuncia las graves violaciones de los derechos humanos cometidas por las autoridades argelinas.

Todo comienza el 29 de agosto de 2023, cuando Ismaïl y sus tres amigos, Bilal Kissi, Mohammed y Abdelali Mchiouer, disfrutan de un día soleado en Saïdia. Al mando de sus motos de agua, deciden ir al Cabo de Agua para almorzar con los pies en el agua. El día transcurre tranquilamente, entre baños y fotos compartidas en Snapchat.

Al caer la noche, cuando la niebla comienza a envolver el mar, los cuatro amigos emprenden el camino de vuelta. Pero se pierden rápidamente, desorientados por la falta de referencias. De repente, un barco de la Guardia Costera argelina surge de la niebla y se dirige directamente hacia ellos. En un primer momento, Ismaïl piensa encontrar ayuda entre los militares. Les habla en árabe, explicándoles que se han perdido. Pero la respuesta es brutal : "¡Lárguense ! ¡Marruecos está allá !".

Los cuatro hombres obedecen de inmediato, pero se escuchan disparos. Presa del pánico, Ismaïl se lanza al agua. Rescatado por la Guardia Costera, es violentamente inmovilizado en el suelo, con los pies y las manos atados. Los militares lo golpean e insultan, preguntándole si es judío y si ha visitado Israel. Ismaïl ignora entonces la suerte de sus amigos. Más tarde se enterará de que Bilal y Abdelali fueron asesinados por la Guardia Costera. Solo Mohammed logró escapar y regresar a Marruecos.

Comienza entonces para Ismaïl un largo descenso a los infiernos. Llevado a Argelia, se le acusa de entrada ilegal y contrabando. Es juzgado y condenado a tres meses de prisión firme, pena que luego se elevará a seis meses y luego a un año. Ismaïl es encarcelado en condiciones inhumanas, durmiendo sobre mantas húmedas, sufriendo torturas y humillaciones. Pierde 30 kilos y cae en la desesperación.

Para agravar su sufrimiento, le muestran la foto del cuerpo sin vida de Abdelali. Argelia se negará durante meses a devolver su cuerpo a su familia en Marruecos. Más tarde, Ismaïl se enterará de la muerte de Bilal a través de su hermano, quien fue a visitarlo a la cárcel.

Ismaïl finalmente es liberado después de un año de detención, pero debe pagar una multa de 100.000 euros, una suma colosal que logra reunir endeudándose con sus familiares. A su salida de la cárcel, un policía argelino lo amenaza, aconsejándole no hablar de su experiencia en Francia, so pena de represalias contra su familia que sigue en Argelia.

De vuelta en Francia, Ismaïl está profundamente traumatizado. Está siendo atendido por un psiquiatra y trata de reconstruir su vida. Su testimonio pone de manifiesto la brutalidad del régimen argelino y su hostilidad hacia Marruecos. También plantea cuestiones sobre el trato a los binacionales y la seguridad de los turistas en esta región. El caso de Ismaïl Snabi es un recordatorio brutal de las consecuencias dramáticas de las tensiones geopolíticas y de la arbitrariedad de los regímenes autoritarios.