El ascenso de Othman El Ballouti : De narco en Bélgica a magnate en Dubái

El narcotraficante creció en Borgerhout, en una familia de cuatro hermanos y tres hermanas. Para él, ir a la escuela era una pérdida de tiempo. Su única ambición era convertirse en millonario, confesaba a sus maestros de la escuela SISO 2 en Deurne. El joven comenzó a vender drogas para un jefe de pandilla local, antes de que se le confiara la tarea de recuperar cargamentos de drogas. En la noche del 21 al 22 de abril de 2011, fue arrestado in fraganti junto a Ibrahim E.M., su mano derecha, en la zona portuaria. Un tercer sospechoso había logrado huir. Declarados culpables, Othman e Ibrahim fueron condenados en 2013 a dos años de prisión en suspenso por organización de una banda criminal.

Desde entonces, Othman El Ballouti ha desaparecido de los radares. Según fuentes de seguridad, vivía en Marruecos, pero en realidad ya residía en Dubái, donde era el gerente de la empresa OEB International, especializada en el comercio de relojes de lujo, en particular de marcas Rolex y Richard Mille. Según la policía de Amberes, el treintañero es "el narcotraficante de drogas de Amberes más fascinante", en referencia a su inmensa fortuna acumulada gracias al tráfico internacional de cocaína. El criminal había tenido la ingeniosa idea, como "recuperador" de drogas, de hacerse pagar en especie, es decir, en bloques de cocaína que luego revendía a 30.000 euros el bloque de un kilo en el mercado mayorista.

Según sus amigos de la época, a Othman le gustaba trabajar con un pequeño grupo de personas de confianza y sin demasiados intermediarios, lo que no permitía a la policía identificar a los miembros de su red y interceptar sus cargamentos. "Othman tenía fama de no querer gastar un euro de más", confían algunas fuentes, llegando a calificarlo de "avaro" y "tacaño". Farhan Bouzambou, hermano de Latifa, ex esposa de Othman, y Younes, hermano menor de este, fueron arrestados en el caso del presentador holandés Frank Masmeijer, acusado de tráfico de 500 kilos de cocaína. Pero no hay ninguna pista que lleve a Othman, que sigue sin ser encontrado.