Souk El Arbaa del Gharb : La ciudad marroquí que busca reinventarse cambiando su nombre

"La solicitud se refiere al cambio de nombre de la ciudad, ya que ya no es un mercado como lo indica su nombre, sino una ciudad en sí misma, y el nombre actual obstaculiza su desarrollo", explica a Hespress un actor asociativo de la ciudad de Souk El Arbaa del Gharb y presidente de la Asociación de Jóvenes para el Desarrollo Humano. Según él, si la mayoría de los habitantes apoyan esta iniciativa, es porque la consideran un medio para acelerar el desarrollo, "aunque el procedimiento no sea tan sencillo como se podría creer, ya que intentos anteriores en este mismo objetivo han fracasado". Para el ex coordinador de la Unión de Asociaciones de la Sociedad Civil de la misma ciudad, "continuar utilizando el mismo nombre perpetúa una percepción negativa de esta zona urbana, lo que frena su desarrollo".

Un especialista en gobernanza territorial y políticas de inclusión, abunda en el mismo sentido : "El debate sobre las reivindicaciones de cambio de nombre de algunas ciudades o colectividades territoriales, con el pretexto de que el nombre actual ya no refleja el desarrollo urbano o demográfico, es importante y legítimo. Los ciudadanos tienen derecho a participar en este debate, ya sea a favor o en contra, ya que expresa su sentimiento de pertenencia". Según él, este debate debe enmarcarse en una dinámica participativa que no excluya a ninguna de las partes interesadas, ya sean los representantes electos o los actores económicos, con el fin de formular una visión que refleje un consenso lo más amplio posible.

"El nombre de una ciudad en particular no es un detalle insignificante, y su cambio tendría un impacto importante tanto en los aspectos inmateriales (imagen, percepción) como en los materiales (fiscalidad local, documentos administrativos y de comunicación emitidos antes del cambio de nombre, etc.)", precisó. Indica el procedimiento a seguir : es necesario que estas reivindicaciones pasen por los mecanismos de incidencia previstos por la ley (peticiones, mociones), para transmitirlas a los consejos correspondientes, que deberán incluir la solicitud de cambio en los procedimientos legales relativos a las modificaciones de nombres de ciudades o colectividades territoriales, empezando por su aprobación en las sesiones del consejo.

"En mi opinión, en el caso de un cambio de algunas palabras en los nombres de las colectividades, como ’Souk de...’, sería mejor integrar este cambio en un enfoque global que también afectara a otras colectividades que se encuentren en el mismo caso, obviamente con un enfoque participativo y concertado con los consejos correspondientes", estima el especialista en gobernanza territorial y políticas de inclusión. Según él, esto permitiría asegurar la coherencia administrativa, el respeto de las leyes y la preservación de la identidad histórica y cultural de los lugares tal y como son percibidos por los habitantes y las administraciones correspondientes (como el Ministerio de Cultura, por ejemplo).

Además, sugiere abordar este tema con seriedad, teniendo en cuenta que cambiar la imagen de un territorio y su capacidad de atracción requiere más que un simple cambio de nombre. Es "también necesario mejorar la gobernanza local, fomentar un comportamiento cívico responsable, preocuparse por un medio ambiente sostenible, promover las dinámicas culturales y sociales, apostar por la atracción económica y renovar las élites políticas locales, para que el nuevo nombre (de la ciudad o de la colectividad territorial) refleje una nueva realidad positiva", concluye.