Secuestro en pleno confinamiento : El caso que conmocionó a Bélgica llega a juicio

El secuestro de Renan tuvo lugar en la noche del 20 al 21 de abril de 2020, en pleno confinamiento por Covid-19, en un barrio residencial de Genk cuando su familia se preparaba para mudarse. Cuatro falsos policías enmascarados irrumpieron en su vivienda por la puerta trasera, derribada con un ariete. Gritaron "¡Policía, Policía !". El padre del adolescente de 13 años fue golpeado antes de ser esposado por detrás y obligado a tumbarse boca abajo, al igual que su esposa. Ésta fue inmovilizada con bridas.

Estos supuestos policías armados hablaban árabe. Pero el que parecía ser el jefe le dijo al padre en neerlandés : "Escucha. Vas a pagar 4-5 millones o no volverás a ver a tu hijo". Y añadió : "Y si alguna vez veo un coche de policía o del laboratorio frente a tu puerta, tu hijo está muerto". "El padre intenta negociar, pidiendo a los secuestradores que se lo lleven a él en lugar de a su hijo. Uno de los secuestradores señala y golpea el brazalete electrónico del padre, que está bajo vigilancia electrónica domiciliaria", informa La Libre.be.

Los secuestradores se llevan a Renan, amordazado y atado, dejando al padre un teléfono móvil Nokia básico y una tarjeta SIM que deberá insertar, y las llaves de las esposas que lo inmovilizaban. Destino : Maaseik. Le explicaron al adolescente que su padre había robado algo que les pertenecía y que querían recuperarlo. No maltrataron al chico. Aun así, exigieron un rescate. Después de dos entregas de rescate (la primera el 7 de mayo de 2020 poco antes de la medianoche : 128.527 euros en efectivo, oro por valor de 100.000 euros y 150.000 euros recibidos del banco ; la segunda, el 31 de mayo de 2020 : 32.000 euros) realizadas por la madre de Renan, el adolescente fue puesto en libertad el 1 de junio, justo después de la medianoche, cerca de la nueva vivienda de sus padres.

Una hora después, llegaron las Unidades Especiales de la Policía Federal y lograron detener a los dos primeros autores, entre ellos Khalid Bouloudo, y a otros durante la noche. Al día siguiente, a las 10:00 horas, siete de los ocho acusados fueron detenidos. Ninguno de ellos explicó qué pensaban hacer con el dinero. ¿Financiar el terrorismo ? Cinco de ellos "habían gravitado" en el "grupo de Maaseik", que seguía activo en 2020.

Khalid Bouloudo figura entre ellos. Considerado el principal acusado, había sido condenado en 2004 en el marco del juicio del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM), responsable de los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, y en 2019 en el marco de una red de envío de combatientes a Siria.

El perfil de los allegados a la víctima plantea interrogantes. El padre de Renan, así como uno de sus hermanos, habían sido condenados en el pasado por tráfico de cocaína a gran escala. El padre había sido condenado en 2010, 2012, 2019 y 2021. Incluso había dicho a la policía que pensaba que "Nordin de Dubái" o los hermanos Namoussi -barones de la cocaína- podrían estar detrás del secuestro. Pero el primero, Nordin El Hajjioui, fue extraditado de Dubái en marzo de 2024. Y el segundo, Mounir Namoussi, fue arrestado en Colombia el mes pasado. La fiscalía de Limburgo espera su extradición a Bélgica.

Bouloudo y otros siete co-acusados comparecen por el secuestro del pequeño Renan ante el tribunal de jurados de Limburgo a partir de este martes. Tres de ellos -los hermanos Laktit- también serán juzgados por otro secuestro -un hombre de 37 años secuestrado en Anderlecht en febrero de 2020-, descubierto durante la investigación. Este juicio durará cuatro semanas.