Polémica en Marruecos : Obreros de hospital reasignados para terminar estadio de fútbol

Sylvanus
Polémica en Marruecos : Obreros de hospital reasignados para terminar estadio de fútbol

Decenas de trabajadores han sido desviados del sitio de construcción del hospital universitario Ibn Sina para terminar el estadio Príncipe Moulay Abdellah en Rabat, que acogerá en septiembre un partido de clasificación para la Copa del Mundo 2026 entre Marruecos y Níger y más tarde otras competiciones de fútbol.

¿Prioriza Marruecos el deporte sobre la salud ? Los trabajadores del proyecto de construcción del hospital Ibn Sina, con una capacidad de más de 1.000 camas y un costo de aproximadamente 6.000 millones de dírhams (600 millones de dólares), han sido transferidos temporalmente o "prestados" para acelerar los trabajos en el estadio Príncipe Moulay Abdellah en Rabat, informa Morocco World News. Una medida destinada a cumplir con los plazos de entrega prometidos por Fouzi Lekjaa, presidente de la Real Federación Marroquí de Fútbol (FRMF). El estadio Moulay Abdellah, recientemente reconstruido, con una capacidad de casi 68.500 asientos, ha estado cerrado desde 2023 para una renovación completa. El plazo inicial de finalización fijado por Lekjaa para el 31 de julio no se ha respetado. La inauguración oficial de la infraestructura tendrá lugar finalmente el 5 de septiembre con un partido de clasificación para la Copa del Mundo 2026 entre Marruecos y Níger.

Sin embargo, dar prioridad a la renovación del estadio en detrimento del proyecto de construcción del hospital universitario Ibn Sina, lanzado por el rey Mohamed VI en mayo de 2022, suscita reacciones de los observadores. Según muchos de ellos, la cuestión clave es si tiene sentido priorizar una infraestructura deportiva sobre un proyecto estratégico de salud al servicio de miles de ciudadanos. ¿Es prioritaria la imagen de Marruecos como organizador de eventos deportivos exitosos en detrimento de los derechos fundamentales como el acceso a la atención médica ?, se preguntan. A ojos de los observadores, el proyecto del hospital Ibn Sina se considera una prioridad absoluta, pero la decisión de reducir su personal en favor del estadio refleja una dolorosa contradicción entre el enfoque en la "apariencia" y las necesidades básicas de los ciudadanos.

Las preguntas surgen sobre las prioridades nacionales. ¿Se está orientando Marruecos hacia una estrategia que concilie eficazmente sus necesidades de desarrollo fundamentales y su imagen internacional ? ¿O seguimos prisioneros de la lógica de un "Marruecos a dos velocidades", donde se termina un estadio mientras se retrasa la apertura de un hospital indispensable ?, se preguntan los observadores.